Está claro que perdió solidez, juego y gol; ya no es el equipo temible que llegó a lo más alto
Edición Impresa | 22 de Julio de 2024 | 02:07

Martín Mendinueta
@firmamendinueta
El presente de Estudiantes demuestra que no es gratuito resignar figuras importantes de un equipo por ir en busca del imprescindible equilibrio económico.
Sin haber jugado tan mal como lo hizo ante Central Córdoba, la “retocada” formación de Eduardo Domínguez volvió a quedar claramente en deuda con sus hinchas. Nadie se fue contento de UNO.
Desplegando un juego previsible, aburrido y desnudo de inventiva en la zona de gestación, estuvo poco efectivo ante la disciplinada estrategia de su huésped.
Sin perder de vista la coyuntura poco alentadora, las presentaciones de Facundo Rodríguez y de Gabriel Neves estuvieron en sintonía con lo hecho por el equipo. Podía pasar y ocurrió que el Pincha extrañó la firmeza de Zaid Romero en el fondo, el carácter y la distribución de pelota de Fernando Zuqui y, muy especialmente, la producción goleadora de Javier Correa.
Hoy, con dos presentaciones posteriores a las vacaciones que tanto necesitaba, el diagnóstico se aleja de cualquier meta de conformidad.
los hombres del kily, sin figuras, supieron incomodar al anfitrión
Rigor físico, elogiable predisposición para la marca en el mediocampo y algunas combinaciones lúcidas en ataque, fueron los atributos del visitante.
Estudiantes salió a buscar el triunfo desde el primer minuto, pero jamás lo hizo con la convicción que mostró en un pasado reciente.
Sin “vuelo creativo”, dependió en exceso de lo que pudiera aportar Tiago Palacios y del oficio de Guido Carrillo para sacarle utilidad a los balones que le llegaban.
Sin Sosa (ingresó un poco tarde), pero con Piatti (en flojo nivel); impreciso Cetré, tímido para atacar por las bandas, y solitario en su frecuencia de elevada intensidad el Ruso Ascacibar, este León sintió nostalgia por un tiempo no tan lejano.
Hoy es raro que alguien dure mucho en un club; y también se entiende la necesidad de “oxigenar” las cuentas de la institución, aunque el riesgo de perder estatura futbolística (y por consiguiente, dinero) es elevado. Lo observado ayer poco tuvo que ver con los rasgos de poderío que todos le reconocían al equipo que se coronó campeón ante Vélez.
la difícil tarea de barajar y dar de nuevo con otros Naipes
El técnico sabe perfectamente que el desafío de reemplazar a los que se fueron sin resignar satisfacciones está siendo bravo.
Con Enzo Pérez y José Sosa transitando la etapa final de sus brillantes carreras, con Piatti poco desequilibrante, y escasa sangre joven que sea vista por Domínguez ya lista para salir al ruedo, las presencias de Ascacibar y Carrillo resultan esenciales para ir en busca de la eficacia perdida.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE