Aspectos para tener en cuenta en la elección
Edición Impresa | 28 de Julio de 2024 | 03:42

Los centros electorales abrirán a las 6 y cerrarán a las 18, aunque ese plazo puede extenderse mientras haya votantes en fila.
Diez candidatos compiten en un proceso a una sola vuelta, pero solo dos pesan en las encuestas (ver aparte).
Están inscritos para votar 21 millones de personas, sobre una población de 30 millones, en más de 30.000 mesas de votación.
Sin embargo, expertos estiman que votarán unos 17 millones de electores que están en Venezuela. Aunque los venezolanos en el exterior tienen derecho al sufragio, muy pocos podrán hacerlo, pues menos de 70.000 cumplen con el requisito de estar registrado en los consulados.
En Venezuela ocurrió una migración masiva provocada por una crisis que contrajo 80% el PIB entre 2013 y 2020. Más de 7 millones de personas dejaron el país en la última década, según la ONU.
El salario promedio en el sector privado es de unos 150 dólares mensuales, y el sueldo mínimo es apenas de 4 dólares por mes, con bonificaciones extra que lo llevan a unos 130 dólares. Analistas temen que una victoria de Maduro pueda provocar una nueva oleada migratoria.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) es el órgano que rige cada votación en Venezuela. Su directiva está integrada por cinco rectores, tres vinculados con el chavismo y dos con la oposición.
No hay dudas sobre la identificación política del presidente del CNE, Elvis Amoroso, quien estuvo al frente de la Contraloría, responsable desde ese cargo de las inhabilitaciones a Machado y otros dirigentes opositores. Amoroso fue sancionado por Estados Unidos en 2017.
El proceso electoral es automatizado, con resultados centralizados por el CNE. La oposición calificó de fraudulenta la reelección de Maduro en 2018, en un proceso que boicoteó.
Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina le desconocieron entonces como presidente.
Uno de los grandes interrogantes en este proceso electoral es el rol que desempeñará la Fuerza Armada. El grito “¡Chávez vive!” se ha convertido en su saludo oficial.
“La Fuerza Armada Nacional Bolivariana me apoya”, reafirmó Maduro esta semana, mientras que González Urrutia pidió a los militares “respetar y hacer respetar” el resultado de las votaciones, cuando las encuestas le favorecen.
Maduro intenta normalizar las relaciones internacionales de Venezuela, blanco de sanciones de Estados Unidos que incluyen desde 2019 un embargo a su petróleo.
El panorama en América Latina ha cambiado. Gobiernos de derecha como los de Jair Bolsonaro (Brasil), Iván Duque (Colombia) y Sebastián Piñera (Chile) han dado paso a administraciones izquierdistas con Lula, Gustavo Petro y Gabriel Boric.
No obstante, estos tres gobernantes han ejercido presión a favor de unas elecciones transparentes y justas.
Washington sigue en su línea oficial, que vincula el levantamiento de las sanciones a comicios competitivos. Pero, en opinión de muchos observadores, a Estados Unidos le gustaría -cuestión de ‘realpolitik’- normalizar sus relaciones con Venezuela para recuperar a este país como proveedor de crudo en un contexto de tensión internacional por la guerra en Ucrania y Medio Oriente.
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