Un blooper del arquero hizo todo cuesta arriba

El gol de Braian Romero, para Vélez, a los 12 minutos del primer tiempo, quedará entre los más recordados de la presente Liga Profesional, porque fue producto de un verdadero “blooper” de Matías Mansilla, el arquero de Estudiantes que al recibir un pase atrás de Luciano Lollo no supo resolver ante la presión del goleador que lo terminó despojando de la pelota que a continuación mandó al fondo del arco.

Un riesgo que los equipos corren en su propósito de salir jugando la pelota desde el fondo, por abajo, y en Liniers, a esta altura de la noche, la defensa del Pincha ya lo había realizado un par de veces, tratando de estirar al local, que un gol arriba se aprovechó del desconcierto generado por una anotación que no estaba en los planes de nadie.

En ese buen momento de Vélez, tanto el uruguayo Boselli, esta vez posicionado como lateral derecho, como Mansilla, quedaron al borde del ridículo cuando Claudio Aquino cruzó un centro bajo desde la izquierda, un “buscapié” que encontró Francisco Pizzini, quien resolvió anticipando a toda la defensa con un taco que hizo golpear la pelota en la base del palo de la mano derecha del arquero, que se salvó de escuchar el segundo grito de la noche en el estadio José Amalfitani.

Antes de completarse el primer tiempo hubo un nuevo susto para el arquero de Estudiantes en oportunidad de un tiro libre que Aquino levantó por sobre la barrera e hizo explotarlo en lo alto del palo de la mano derecha de Mansilla, quien no llegó y tuvo suerte que la pelota fuera en dirección apuesta, ya que un rebote en su espalda hubiera representado el segundo gol del conjunto dirigido por Gustavo Quinteros, el dominador de la Liga Profesional en 15 fechas.