Denuncia por "descuentos fantasmas" a una penitenciaria

La práctica de “los descuentos fantasmas” es moneda corriente en los haberes de los jubilados o empleados públicos bonaerenses. Es que, de manera misteriosa, comienzan a aparecer códigos en sus haberes con retenciones que nadie sabe de dónde salen.

Eso es lo que le pasó también a una agente penitenciaria, que destino laboral en Mar del Plata, que desde hace un tiempo a la fecha inició una cruzada para eliminar esas comisiones que, por otra parte, no dan contraprestación alguna.

En algún momento se dijo que, sin darse cuenta o, a través de una maniobra comercial de dudosa ilegalidad, a esas personas “les hicieron firmar algo”. Y, sin darse cuenta, terminaron avalando que “le metieran la mano en el bolsillo”.

Paula, de 34 años, no se dio por vencida, pese a los enormes trastornos que le provocó esa situación.

Por eso decidió realizar un trabajo hormiga, casi detectivesco, al margen de exponer la cuestión ante las autoridades, para que determinen la posible existencia de alguna conducta delictiva por parte de quienes están detrás de esas percepciones.

Contó que empezó a llamar por teléfono, hizo seguimientos en internet y hasta se apersonó en las sedes de esos agentes, muchos con disfraz de mutuales.

“La verdad necesito que paren con estos descuentos, porque no me queda plata para vivir. Jamás saqué un préstamo”, rogó la mujer a los investigadores de la DDI La Plata.

Al margen de que también fue blanco de una estafa cibernética, el drama que más la afectó fueron los descuentos indiscriminados sobre su recibo salarial.

Entre las recomendaciones para evitar este tipo de percances, los especialistas brindaron algunos tips:

*Ante la menor sospecha, cambiar inmediatamente las contraseñas.

*Evitar difundir información personal a través de redes sociales, mantener la configuración adecuada, evitar tener la red social pública.

*Evita dejar datos en páginas web de dudosa procedencia o páginas de pagos sin el certificado de seguridad.

*Utilizar contraseñas únicas para cada servicio, con al menos 8 caracteres diferentes que incluyan mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales.

Para realizar cualquier tipo de operación bancaria o comercial, hacerlo desde una red de WIFI privada y una computadora personal.