Sigue la conmoción por la bombero hallada muerta a metros de la ruta 215

Conmoción, angustia, estupor. Cualquiera de estas palabras aplica para la noticia de la muerte de la bombero Aimé Castillo, quien había sido vista por última vez el sábado pasado cuando salió de la casa de su madre, en Brandsen, a la que había ido a visitar muy angustiada por el reciente suicidio de su pareja en la localidad de San Vicente, donde cumplía servicio.

De acuerdo a fuentes del caso, la joven, de 23 años, apareció ahorcada en un campo sobre la ruta 215.

En principio, todo haría indicar que se trató de una agresión autoinfligida, en el marco de un contexto de depresión y angustia por su reciente pérdida.

Si bien habrá que aguardar qué datos se desprenden del informe forense, la principal hipótesis es que Castillo decidió que ese fue su destino final.

Quienes la vieron en esas horas posteriores a la terrible decisión que tomó su novio, de 47 años, aseguraron que “estaba muy mal, quebrada espiritualmente”, aunque nadie pensaba en este nuevo escenario, que le agrega aún más dolor a la situación.

El hallazgo fue realizado por efectivos policiales que, en coordinación con bomberos y familiares, realizaban un rastrillaje en la zona.

La desaparición de Aimé, ocurrida el sábado 4 de enero, conmocionó a las comunidades de Brandsen y San Vicente.

Castillo, reconocida por su labor como bombera voluntaria, era muy querida por su entorno.

Su madre había manifestado que la joven atravesaba un difícil momento personal tras la reciente pérdida de su esposo.

Desde el inicio de la búsqueda, se desplegó un operativo de gran magnitud que involucró a fuerzas de seguridad, bomberos de diversas localidades, perros rastreadores y drones.

A pesar de los esfuerzos, el operativo culminó con un desenlace trágico.

Familiares y autoridades solicitaron respeto y acompañamiento ante el doloroso momento.

“Es un golpe devastador para su familia y para quienes la conocieron y trabajaron a su lado”, expresaron desde el cuartel de bomberos de San Vicente.

En un comienzo, algunas personas aseguraron haberla visto en una estación de tren camino a Chascomús. “Se ve que se tuvo que bajar con la bici, porque hubo un accidente. Un hombre se quitó la vida en el tren. Esto quizás la afectó porque estaba muy delicada y se fue para otro lado”, reflexionó Micaela, su hermana.

Aseguró que a su hermana le llegaban los mensajes por WhatsApp y las llamadas, pero no las respondía. En ese sentido, detalló: “Intentamos localizar el teléfono y marcaba que estaba en el barrio Mendizábal, en Brandsen, pero fuimos con la policía y no estaba”.