VIDEO. Qué se sabe del macabro hallazgo de animales mutilados en La Plata

En Gonnet encontraron cabezas de gallinas y cabras en las inmediaciones de un hipermercado. Vecinos temen por posibles casos de sacrificios para rituales

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Una escena estremecedora alteró la rutina de un barrio de la zona norte de La Plata durante la mañana del lunes. Vecinos que transitaban por la calle 514, entre Camino Centenario y Camino Belgrano, se toparon con varias cajas abandonadas frente al depósito del supermercado Carrefour, en Gonnet. El contenido de las mismas resultó tan inesperado como perturbador: más de diez cabezas de animales, acompañadas de cuerpos mutilados de gallinas y cabras, dispuestos de manera inquietante sobre la vereda.

El hallazgo se produjo cuando un vecino que se dirigía a su trabajo advirtió la presencia de cajas de distintos tamaños apiladas sobre la acera. El fuerte olor que emanaba de ellas despertó inmediatamente la preocupación y, al inspeccionarlas, descubrió los restos ensangrentados de los animales. La combinación de olores intensos y la visión de los cuerpos causó un impacto inmediato en quienes pasaban por la zona, generando sorpresa e incertidumbre sobre la procedencia de los animales y las razones detrás de su disposición en un espacio público.

Las imágenes del hallazgo se difundieron rápidamente en redes sociales, mostrando las cajas abiertas con restos esparcidos y manchas de sangre visibles, lo que acrecentó la inquietud de los vecinos. La particularidad de que el hallazgo ocurriera frente a un hipermercado y en una zona de alto tránsito urbano añade un matiz de desconcierto: las cajas estaban ubicadas en el sector donde se realiza habitualmente la carga y descarga de mercadería, por el que diariamente transitan empleados, proveedores y peatones. La exposición de restos de animales en un lugar tan visible y concurrido genera preocupación tanto por la seguridad como por los riesgos sanitarios.

Aunque aún no se ha emitido una versión oficial, algunas hipótesis sugieren que podría tratarse de un ritual religioso o de santería. Otros especulan que los restos provienen de un descarte ilegal de faena clandestina, dado el tipo de animales encontrados y la manera en que fueron abandonados. La ausencia de registros formales o controles visibles en el lugar al momento del hallazgo refuerza la incertidumbre sobre cómo y por qué las cajas llegaron allí.

El episodio ha puesto de relieve no solo el desconcierto que genera un hecho de esta naturaleza en un espacio urbano, sino también los posibles vacíos en materia de control sanitario y de inspección de residuos animales en la ciudad. La presencia de restos expuestos a la intemperie plantea riesgos vinculados a la proliferación de olores, la atracción de insectos y animales urbanos, y la potencial contaminación de la vía pública.

Además, la ubicación estratégica de las cajas, justo en un punto de alta circulación peatonal y vehicular, aumenta el impacto visual y psicológico del hallazgo. La combinación de restos mutilados, el olor penetrante y la proximidad a comercios y espacios de tránsito diario ha convertido la escena en un hecho que no pasa inadvertido y que genera inquietud en quienes circulan habitualmente por la zona.

La aparición de estas cajas con cabezas de animales, junto con los cuerpos de gallinas y cabras, constituye un hecho casi inédito en La Plata. La escena ha provocado un efecto de sorpresa y alarma entre los vecinos, que se enfrentan a la incógnita sobre el origen y la finalidad de los restos, así como sobre los posibles riesgos que podrían derivarse de su exposición prolongada en la vía pública.

Mientras los restos permanecieron sobre la vereda, el hallazgo abrió un abanico de interrogantes sobre la vigilancia de espacios públicos, la disposición de residuos animales y los protocolos municipales de limpieza y control sanitario. La combinación de la brutalidad del hallazgo, la frecuencia con la que transitan personas por la zona y la ausencia de una explicación inmediata contribuyó a que la imagen de las cajas ensangrentadas frente al supermercado se convirtiera en una postal inquietante de lo inexplicable en pleno centro urbano.

La situación, además de generar alarma y asombro, evidencia la necesidad de reforzar la supervisión de espacios urbanos y el manejo de residuos animales, así como la importancia de protocolos claros para la intervención rápida de las autoridades municipales en casos que puedan afectar la salud pública o la seguridad de los vecinos. Por ahora, la procedencia de los restos sigue siendo un misterio, y la escena permanece como un recordatorio perturbador de cómo actos inesperados pueden transformar la cotidianidad de una zona residencial y comercial.

 

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