“Concebí esta película como algo más íntimo e introspectivo”
Edición Impresa | 28 de Octubre de 2025 | 04:10
“Creo que cuando volvía a casa para relajarse, el silencio se volvía ensordecedor”, dice Scott Cooper, director de “Springsteen: música de ninguna parte”, sobre el Bruce de aquel otoño de 1981: el músico tenía 31 años, gran éxito y un profundo vacío.
Agotado, deprimido, se aisló. Se deprimió pensando en los traumas del pasado. Las canciones que escribió en esos tiempos, canciones arriesgadas, alejadas de la energía que lo había vuelto un éxito, canalizaron esa angustia: las canciones de su álbum “Nebraska” lo salvaron, con un gran costo, el de enfrentar fantasmas, una guerra de la que nadie sale indemne.
Esa es la historia de la película estrenada la semana pasada, la historia “de un alma desamparada que se repara a sí misma a través de la música”. Una nueva biopic de Hollywood, un género muy concurrido para una la industria del cine en busca de taquillazos seguros, aunque parece que con la práctica están consiguiendo retratos más profundos, más interesantes, que se alejan del afán de contar toda una vida y se concentran, como esta, en momentos puntuales, claves, para entender un personaje y un momento de la historia.
La película adapta un libro de Warren Zanes que cuenta esos años de la composición de “Nebraska”. “Me impresionó el retrato profundamente íntimo y honesto de un capítulo doloroso en la vida de Bruce que presentaba el libro, poniendo de relieve sus luchas internas y afrontando traumas infantiles no resueltos”, dice Cooper. “Me cautivó el viaje introspectivo que emprende Bruce al enfrentarse a la soledad y la creatividad, y la historia me pareció tremendamente cinematográfica y que era fundamental adaptarla”.
Cooper, “un gran fanático de Bruce y de su álbum Nebraska”, cuenta que “fue un álbum que conocí gracias a mi padre cuando era adolescente. Por cierto, mi padre falleció el día antes de que comenzara a rodar esta película, y yo se la he dedicado a su memoria. De manera que esta película se convirtió en un proyecto muy personal para mí. Nebraska es, para mí, uno de los álbumes más profundos y cautivadores de todos los tiempos. Así que sentí que esta era una historia que tenía que contar”.
Decidida la adaptación del libro, se reunió con su autor, y también con el propio Springsteen y Jon Landau, manager del artista: son los protagonistas del filme. “Quería que estuvieran involucrados durante todo el proceso, y ellos generosamente aportaron sus perspectivas durante el desarrollo del guion. Cuando tenía preguntas, los consultaba de cerca con decisiones de casting porque quería que los actores tuvieran un gran parecido físico, pero lo más importante era que existiera una honestidad emocional y psicológica”, cuenta Cooper. “Luego, al rodar la película, quise que Jon y Bruce estuvieran allí lo más posible porque eso infundía al proyecto un sentido de autenticidad que de otra manera no hubiera tenido. Quería poder encarnar realmente toda la complejidad de Bruce en la pantalla. ¿Y quién mejor que Bruce para estar allí cuando surgía una pregunta que quizás mi guion no respondía?”
“Tuve una colaboración increíble con Bruce en esta película. Y como me dijo Jon Landau: ‘Esta es la primera vez en 50 años que Bruce le entrega el mando a alguien más’. Así que, por supuesto que no me lo tomé a la ligera porque, si bien no estaba haciendo un documental, yo quería que esto se ajustara lo más posible a los hechos, y el libro de Warren solo podía llevarme hasta cierto punto”, sigue el cineasta, director de la premiada “Loco corazón”.
OTRO TIPO DE BIOPIC
’La película se centra en un período específico en la vida de Springsteen, en los que Bruce “está luchando por conciliar las presiones del éxito con los fantasmas de su infancia”. Es uno de esos momentos que definen a un hombre, diría Borges: “Este momento particular mientras componía Nebraska marcó un período crucial en la vida de Bruce y es considerado uno de sus trabajos más personales y perdurables. Lo que me atrajo fue centrarme específicamente en este momento de la vida de Bruce, en lugar de hacer un típico biopic. No sé si dos horas son suficientes para capturar toda la vida de una persona, ciertamente no la de Bruce Springsteen. Así que, desde el principio, concebí esta película como algo más íntimo e introspectivo”, dice al respecto Cooper.
“De manera que para mí nunca se trató de contar toda la historia de Bruce Springsteen. Sino de honrar un momento específico y la quietud, la búsqueda y la honestidad emocional; porque ese álbum y esa época significaron algo para mí mucho antes de que existiera este proyecto. Poder enforcarme sólo en eso fue increíblemente liberador y emocionante”.
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