“Tené tu mejor bebé”: la selección de embriones reenciende un viejo debate

Una campaña en el metro de Nueva York que promociona la posibilidad de elegir los rasgos de los hijos reavivó el debate sobre los límites éticos y los riesgos sociales

Edición Impresa

Nueva York volvió a convertirse en escenario de un debate que mezcla ciencia, ética y futuro. La polémica estalló tras el reciente lanzamiento de una campaña publicitaria de Nucleus Genomics, una startup que ofrece un software capaz de comparar embriones y predecir más de 2.000 rasgos, desde la predisposición a enfermedades hereditarias hasta características físicas como el color de ojos o de cabello. Los anuncios, desplegados en distintas estaciones del metro, acuden a un mensaje provocador: “Have Your Best Baby” (“Tené tu mejor bebé”).

La respuesta no tardó en llegar: las ventas de la empresa crecieron 1.700% desde el inicio de la campaña, pero también crecieron las críticas. Mientras algunos celebran la posibilidad de evitar enfermedades genéticas graves, otros advierten que la tecnología podría traspasar un umbral peligroso al permitir —aunque de manera indirecta— la selección de rasgos y la búsqueda de bebés “optimizados”.

El director ejecutivo y fundador de la compañía, Kian Sadeghi, defendió la propuesta asegurando que su software brinda información valiosa a las familias y que la herramienta es “segura” y “opcional”.

Los paquetes de análisis de Nucleus Genomics cuestan entre 8.999 y 24.999 dólares e incluyen evaluaciones de riesgo genético basadas en pruebas poligénicas. Estas pruebas generan un “puntaje” que estima la probabilidad de desarrollar enfermedades o expresar determinados rasgos.

Sin embargo, la comunidad científica mantiene reservas importantes. Muchos expertos recuerdan que la mayoría de los datos genéticos provienen de poblaciones de origen europeo, lo que limita la precisión en otros grupos. Por otra parte, señalan, los rasgos complejos —incluidos muchos físicos y cognitivos— dependen tanto del entorno y del estilo de vida como de la genética.

El debate también se desplazó hacia cuestiones sociales. ¿Qué ocurre si solo quienes pueden pagar acceden a estas evaluaciones avanzadas? Investigadores y organizaciones advierten que esta tecnología podría profundizar desigualdades ya existentes y generar nuevas formas de segmentación social, con familias capaces de pagar por “optimización genética” y otras relegadas sin acceso a las mismas herramientas.

Por lo pronto las encuestas muestran que la opinión pública está lejos de un consenso. Un relevamiento realizado en 2024 en Estados Unidos reveló un alto respaldo a las pruebas destinadas a prevenir enfermedades físicas, una aceptación más tibia para trastornos mentales y un rechazo mayoritario a la selección de rasgos estéticos o asociados a la inteligencia.

La campaña de Nucleus Genomics, pensada para captar la atención de futuros padres, terminó reavivando una discusión global: hasta dónde pueden —o deben— llegar las familias y la biotecnología cuando se trata de intervenir en la vida antes del nacimiento. Y si la promesa de “tu mejor bebé” es progreso… o un eco inquietante del Tercer Reich.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE