Edificios cerrados y abandonados, un dolor de cabeza para los vecinos

En 5 y 53; en 45 entre 11 y 12; en 66 entre 121 y 22; en 10 y 524 (entre otras), radican las edificaciones de conflicto

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A fines de la década del 60, el rock y la música beat tenían nombre propio: Chihuahua. Pero con el paso del tiempo, aquel boliche legendario, emplazado en 5 y 53, quedó abandonado. Hoy sus cimientos siguen vigentes pero más que un templo a la nostalgia, se convirtió en un dolor de cabeza para los vecinos de la zona.

El edificio cerrado y en aparente abandono, es una postal que se repite en diferentes puntos de la periferia y centro platense.

Según un informe de la Defensoría Ciudadana de La Plata, son muchos los reclamos que se recibieron a lo largo de este año con referencia a estas construcciones. También conforman un lote amplio en la Ciudad, se sostiene.

“Una vez que están paralizados y abandonados, los edificios son usurpados y vandalizados. Los vecinos no saben como resolverlo y les genera un verdadero problema”, explicó a EL DIA Luciana Bártoli, Titular del organismo. “En ocasiones sucede que gente en situación de calle usurpan la vivienda abandonada pero también, ocurren situaciones de violencia y transacciones de droga. Además, hay ratas y mucha mugre”, agregó.

Además del edificio de 5 y 53, otro de los reclamos que llegó a las arcas de la Defensoría local apunta a la edificación de 45, entre 11 y 12. Hoy, sólo es una estructura de ladrillos usurpado-. “Nosotros le pedimos a Control Urbano que controle el lugar. Nos dijeron que no había nadie viviendo pero el reclamo vecinal está”, advirtió Bártoli.

Otro punto de conflicto es el edificio de 66 entre 121 y 122, que en apariencia, según expresó la Defensoría, está judicializado. “Los abogados les piden a los vecinos que no ingresen, que no modifiquen nada hasta que la Justicia resuelva”, apuntó Bártoli.

En tanto, en 7 y 60, en una esquina frente a Plaza Rocha, según la Defensoría local, los vecinos advirtieron la presencia desde ratas hasta familias con niños viviendo en los cimientos.

En cuanto a la periferia, vecinos de Ringuelet se notificaron por una vivienda abandonada en 10 y 524, cuyo terreno exhibe pastos altos y acumula una gran cantidad de suciedad, se explicó desde la Defensoría.

También en 31 entre 43 y 44, una gran estructura genera preocupación en los vecinos linderos a la avenida circunvalación.

En este escenario Bártoli analizó que “son propiedades privadas que, en muchos casos, están judicializadas. Eso significa sucesiones o juicios de desalojos, entre otros. A nosotros, ante eso, nos dijeron que no se puede hacer nada”.

La Comuna, ante el pedido de este diario de un registro de obras paralizadas y viviendas judicializadas, no emitió respuesta alguna.

 

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