El presidente ucraniano dijo que Moscú “no quiere la paz”
| 27 de Diciembre de 2025 | 17:29
Kiev volvió a convertirse en un campo de fuego y terror. A horas de la reunión clave entre Donald Trump y Volodimir Zelenski en Florida, Rusia lanzó un ataque masivo con drones y misiles que dejó muertos, heridos y a cientos de miles de personas sumidas en la oscuridad total, sin luz, sin calefacción y con el miedo instalado en cada rincón.
Según las autoridades ucranianas, una mujer de 47 años perdió la vida y decenas de personas resultaron heridas en un ataque que apuntó de manera brutal y directa a la capital. La magnitud del golpe fue tal que más de 320.000 personas quedaron sin electricidad y calefacción en pleno invierno. Para Zelenski, no hay dudas: “Moscú no quiere la paz, quiere quebrar a Ucrania”, escribió furioso en X.
Una lluvia de drones y misiles
La ofensiva rusa fue una de las más feroces en meses. Zelenski aseguró que “se lanzaron casi 500 drones y 40 misiles, incluidos Kinzhals”, un arsenal devastador dirigido a infraestructura energética y zonas civiles.
La capital tembló: 519 drones y 40 misiles se dirigieron a Kiev, de los cuales solo una parte pudo ser derribada. Uno de los proyectiles impactó de lleno en un edificio de viviendas y desató un incendio que dejó un muerto y 28 heridos, según el alcalde Vitali Klitschko. En las afueras, otra persona murió bajo los escombros.
Las autoridades confirmaron que cerca de 600.000 hogares quedaron sin electricidad. La ciudad entera amaneció con el rugido de las alarmas aún vibrando en los oídos.
Zelenski: “La respuesta debe ser contundente”
En un mensaje directo y desafiante, Zelenski lanzó: “¿Cuál es la respuesta de Rusia a las propuestas de paz? Más misiles, más terror. La presión internacional sigue siendo insuficiente”.
El mandatario ucraniano exigió a Estados Unidos y Europa usar “toda su capacidad” para detener a Rusia y insistió en que las defensas aéreas deben llegar ya, no después.
Rusia avanza y Ucrania pelea por no ceder territorio
El misilazo sobre Kiev cayó justo antes de la reunión de alto voltaje que Trump tendrá hoy con Zelenski en Florida. En esa mesa se debatirá el nuevo plan estadounidense de 20 puntos que busca congelar la línea del frente e incluso abre la puerta a que Ucrania retire tropas del este.
Pero las diferencias son profundas: Estados Unidos presiona para que Kiev abandone parte del territorio en Donetsk —el 20% que aún controla— algo que Zelenski rechazó de plano, salvo que el pueblo ucraniano lo apruebe en referéndum.
El plan propone además un control conjunto estadounidense–ucraniano–ruso de la planta nuclear de Zaporiyia, una idea explosiva en términos políticos y estratégicos.
Aunque Ucrania logró que Washington eliminara exigencias humillantes del plan anterior —como renunciar a la OTAN o aceptar la ocupación rusa desde 2014 como un hecho consumado—, Moscú igualmente reaccionó con furia y acusó a Kiev de “torpedear” las negociaciones.
Trump: “Zelenski no tiene nada hasta que yo lo apruebe”
En plena tensión global, Trump lanzó un mensaje que hizo ruido en todas las capitales del mundo: “Él (por Zelenski) no tiene nada hasta que yo lo apruebe. Veremos con qué llega”.
Además, se mostró optimista sobre un eventual acuerdo con Putin, una frase que cayó como una bomba en Kiev.
Escándalo en Ucrania: corrupción y allanamientos
Como si el ataque ruso no bastara, el país quedó sacudido por un nuevo escándalo: la agencia anticorrupción NABU denunció que varios diputados aceptaron sobornos y aseguró que intentó allanar oficinas, pero las fuerzas de seguridad se lo impidieron.
Este episodio estalla apenas semanas después de otro megacaso por la malversación de casi 100 millones de dólares en el sector energético. La tormenta política terminó con la renuncia del jefe de gabinete Andrii Yermak, mano derecha de Zelenski y principal negociador con Washington.
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