En medio de una ola de muertes en Mar del Plata, “voló” el jefe de la Policía

Con un registro de ocho muertes dolosas en lo que va del año, Mar del Plata se convirtió en una ciudad acostumbrada a los episodios de violencia extrema. El último de ellos fue el asesinato del kiosquero Cristian Velázquez en su local de Peralta Ramos al 700, que le costó el puesto al titular de la Jefatura Departamental de General Pueyrredón, comisario mayor Luis Alberto Senrra.

Según confiaron fuentes oficiales, la decisión de relevarlo de sus tareas fue porque el funcionario “no cumplió con las expectativas” en el cargo.

Ahora, quien asumiría como nuevo jefe de la Departamental será el comisario mayor Edgardo Vulcano, quien hasta ahora se desempeñaba como jefe del Departamento de Asuntos Extranjeros, Migraciones y Culto de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.

Asimismo, seguirá en su cargo el jefe de la DDI, el comisario mayor Juan Lucero, que está a cargo de la investigación por la muerte del comerciante, que ya tiene un sospechoso detenido.

Se trata de un hombre identificado como “Nacho”, la persona que habría conducido la moto en la que se movían los delincuentes.

Las fuentes detallaron que los investigadores de la DDI de Mar del Plata llegaron al sospechoso esta madrugada, a raíz del análisis de cámaras de seguridad de la zona.

En el procedimiento, los agentes también secuestraron un ciclomotor Gilera, de color azul, que habría sido utilizado durante el asalto. Los allanamientos se realizaron en el barrio Pueyrredón, ubicado a unas 30 cuadras del local de Velázquez.

Ahora, los policías buscan intensamente a “Guachín”, su presunto cómplice, con varios antecedentes en su hoja de ruta, según indicaron.

En el caso interviene el fiscal Alejandro Pellegrinelli, quien deberá constatar si el aprehendido participó del intento de robo y del homicidio. De ser así, “Nacho” continuará detenido.

Mientras tanto, hubo un reclamo de justicia por Velázquez. Se hizo en un contexto de profundo dolor.

Una vecina que conocía al kiosquero asesinado dijo que “no hay seguridad, no tenemos patrulleros. Para mí, el Intendente no tiene nada que ver, esto es responsabilidad de la Provincia. He sido clienta de Cristian. Él era muy respetuoso, atento y trabajador. Acá está el barrio. Siempre estamos con miedo, nos viven robando, ya no sé de qué forma nos podemos cuidar”.

Otro hombre que fue parte de la movilización mencionó que tienen “padres, hijos, que viven encerrados en la casa”. Y agregó: “Vivimos muy mal”.

Otra mujer que fue testigo del primer robo al kiosquero asesinado contó que “40 minutos tardaron en llegar los policías”.