Nicodemo Scenna: miles de árboles florecen en la Ciudad por su obra y gracia
Edición Impresa | 2 de Marzo de 2025 | 00:03

Sería injusto circunscribir la trayectoria y los aportes de Nicodemo Scenna (1908-1991) al barrio El Mondongo, en donde se crió y vivió, y en donde dio grandes batallas y fundó a los 17 años de edad -inspirado en el ejemplo y en las enseñanzas de su profesor Ezequiel Martínez Estrada- la Biblioteca Euforión, que hoy sigue siendo de las principales de la Ciudad. Y en torno de la cual llegaron luego un Jardín de Infantes, una escuela primaria y un colegio secundario. En cambio, tomando en cuenta la importancia de sus desinteresadas iniciativas culturales y medioambientales, no sería injusto decir que Scenna fue algo así como un patriota de La Plata.
Si bien toda la vida fue un luchador en favor del bien público, Scenna contaba con dotes intelectuales destacados, que le permitieron también ser hombre de consulta en muchos momentos de crisis de la Ciudad.
Es por eso que la Ciudad aplaudió emocionada cuando el 16 de junio de 1992, poco antes de que se cumpliera el primer aniversario de su fallecimiento, el Concejo Deliberante, por medio de la Ordenanza 7.929, le pusiera su nombre al Boulevard 84, arteria curva del Barrio El Mondongo que va de 72 y 116 hasta 68 y 120.
“El Departamento Ejecutivo, por intermedio de la Dirección de Arquitectura procederá a la construcción de un monolito con una placa de mármol con transcripción del número y fecha de esta Ordenanza, el que se colocará en el Boulevard 84 y su intersección con la Diagonal 73 y será descubierto en un acto público el día 4 de octubre del corriente año”, se indicaba en el segundo artículo de la norma municipal.
Nicodemo Scenna
UNA VIDA EN EL MONDONGO
Scenna nació, vivió y murió en El Mondongo. En su casona de Diagonal 79 recibía a periodistas, alumnos y docentes interesados en las nacientes ideas de conservacionismo natural, preservación del medio ambiente y la importancia de la forestación urbana.
Tal como se dijo, Scenna, a los 17 años, con un grupo de amigos, fundó la Biblioteca Euforión de la que fue el primer presidente y es actualmente una de las principales instituciones de bien públicos y culturales de nuestra ciudad.
También fue el promotor de la creación de la Agrupación de Defensa Forestal Amigos del Bosque -con la que se dedicó a preservar todos y cada uno de los ejemplares plantados en la vía pública- y su vida fue un ejemplo de solidaridad vecinal.
Cuenta la historia que el nombre de “Euforión”, con el que Scenna y su amigo Pablo Minellono -este último padre de la poeta, escritora y profesora Marita Minellono- bautizaron a su biblioteca pública, fue sugerido por Martínez Estrada, que apoyó la creación de sus alumnos y propuso el nombre de “Euforión”, personaje de “Fausto” de Goethe, que representa la unión de la poesía antigua y la moderna. Martínez Estrada fue uno de los profesores de Nicodemo en el Colegio Nacional de La Plata, donde Scenna cursó sus estudios secundarios.
Impetuoso en su temperamento, apasionado por el bienestar de la sociedad, Scenna se afilió en 1932 al entonces pujante Partido Socialista y rápidamente ocupó un importante puesto en la conducción partidaria junto a personalidades como la Dra. Alicia Moreau de Justo y el Dr. Alfredo Palacios.
Como médico graduado en la UNLP llegó a ser director del Hospital Cestino de Ensenada y titular de la cátedra de Semiología de la Facultad de Medicina de La Plata.
Como concejal impulsó y logró la aprobación de ordenanzas dedicadas al ordenamiento y forestación de muchas calles y espacios verdes de la Ciudad. Como dirigente de bien público plantó literalmente varios miles de árboles de distintas especies en muchas calles platenses y en el Bosque.
La Escuela Secundaria Nº 17 Nicodemo Scenna
LA RECUPERACIÓN DE ESPACIOS PERDIDOS
Cuando se discutía allá por la década del 80 la necesidad de recuperar espacios perdidos en el Bosque, todavía muchos platenses recuerdan la famosa anécdota de Scenna que primero con su propia fuerza y luego al comando de una topadora tiró abajo una construcción que había erigido una entidad platense en un sector del Bosque. El escándalo fue mayúsculo, pero Scenna ganó finalmente la “batalla”.
Tiempo después, y aunque en esta ocasión no lo confesó públicamente, cuando se empezó a levantar en el Bosque el primer puesto “verde” de venta de sandwiches en la zona de 1 y 54, que fuera derribado “por una persona” en horas de la noche, para muchos platenses hubo un solo y muy querido “sospechoso”.
En la década del 80, al tomar conocimiento que en la casa del escultor Leonardo Virgilio, ya fallecido entonces -ubicada también en el barrio El Mondongo-, se encontraban en perfecto estado y en poder de sus familiares cuatro bustos de próceres y escritores, así como una estatua de Carlos Gardel, inició una campaña popular para que esas obras fueran coladas en bronce e instaladas en distintos puntos de la Ciudad.
Se trataba de los bustos de Manuel Belgrano, Florentino Ameghino, Domingo Faustino Sarmiento y Florencio Sánchez y como se dijo de la figura completa de Carlos Gardel. Scenna puso un empeño incansable y logró que miles de platenses aportaran llaves, candados y otros objetos de bronce con los cuales pudo conseguir su propósito. El Gardel se encuentra instalado frente al Anfiteatro del Lago y en esos años se dijo que era la primera estatua del cantor inaugurada en una vía pública del país.
Otra iniciativa de Scenna consistió en plantar una cortina forestal en torno a toda la ciudad, siguiendo la línea de las avenidas de Circunvalación (122, 72, 31 y 32) que se conformaría con ejemplares de gran porte. Su función primordial sería preservar a La Plata de la contaminación aérea de la Destilería YPF, entre otras industrias que rodean a la Ciudad.
La empresa era gigantesca y Scenna logró avanzar a lo largo de la 122, desde la diagonal 74 hasta el Boulevard 84, pero no pudo cerrar el círculo forestal porque no contó con el necesario apoyo de las sucesivas administraciones municipales. No obstante, el parque Martín Rodríguez fue una de sus conquistas. Lo cierto es que miles de árboles florecen en nuestra ciudad a partir de la entrañable lucha de Nicodemo Scenna.
Además, se anticipó en varias décadas a lo que ahora se convirtió en la pujante presencia en todo el planeta de principios ecológicos que buscan la defensa del medio ambiente.
El frente de la Biblioteca y el Colegio Euforión
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