Río Negro y Neuquén frenan la flexibilización de la Barrera Sanitaria

La Patagonia reaccionó con firmeza ante la decisión del Gobierno nacional de habilitar el ingreso de carne con hueso al sur del río Colorado. La resolución, publicada en el Boletín Oficial en la madrugada de hoy, generó el rechazo inmediato de los gobernadores y productores de la región, quienes advirtieron que acudirían a la Justicia para frenar la medida. Ante la presión, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) resolvió dar marcha atrás y prorrogar la flexibilización de la Barrera Sanitaria por 90 días.

El Gobierno nacional había oficializado la decisión a través de la Resolución 180/2025 del Senasa, firmada por su titular, Pablo Cortese. El documento establecía que no había circulación viral de fiebre aftosa en el país, lo que permitiría el ingreso de carne con hueso sin comprometer el estatus sanitario de la Patagonia. La medida buscaba, entre otros objetivos, reducir los precios de la carne en la región, donde los valores son significativamente más altos que en el resto del país.

Sin embargo, los gobiernos provinciales no tardaron en manifestar su rechazo. Río Negro fue la primera en reaccionar con dureza. “Es una medida totalmente inconsulta, arbitraria y unitaria, tomada por un burócrata desde un escritorio en Buenos Aires, respondiendo quién sabe a qué intereses”, criticó el gobernador Alberto Weretilneck. Desde su administración informaron que ya elevaron un reclamo formal al Gobierno Nacional y advirtieron que iniciarán acciones legales para revertir la resolución.

El gobernador rionegrino también puso en duda el argumento de la baja en los precios. “El 63% de la carne sin hueso que se vende en la provincia ya ingresa desde el norte de la barrera y sus precios son similares a los de la carne producida y faenada en la región”, señaló. En ese sentido, denunció que la medida responde al “lobby de los grandes supermercadistas y las empresas importadoras de carne de otros países”, lo que pone en riesgo la sanidad y el acceso a mercados internacionales que la Patagonia tardó décadas en consolidar.

Desde Neuquén, el secretario de Producción, Juan Peláez, calificó la decisión como “sorpresiva e inconsulta”, mientras que el gobernador Rolando Figueroa mantuvo reuniones en Buenos Aires con funcionarios del área de Ganadería y el ministro de Economía, Luis Caputo, para expresar su preocupación.

El Senasa finalmente resolvió postergar la implementación de la resolución por 90 días, en lo que parece ser una respuesta directa a la presión ejercida por las provincias patagónicas. No obstante, el conflicto sigue latente, ya que el Gobierno insiste en la necesidad de flexibilizar la barrera para mejorar la competitividad del mercado cárnico.

La Barrera Sanitaria Patagónica tiene más de dos décadas de historia. Fue implementada tras la reaparición de la fiebre aftosa en el país en el año 2000 y permitió que toda la región al sur del Paralelo 42 mantuviera su estatus libre de la enfermedad sin vacunación. Desde 2013, el territorio patagónico en su totalidad goza de esta condición, lo que ha sido clave para sus exportaciones y el desarrollo de la ganadería local.