El delito, sin descanso: dos abuelos se quedaron sin la jubilación
Edición Impresa | 4 de Marzo de 2025 | 01:59

Los adultos mayores continúan siendo el blanco predilecto de la delincuencia. Robos, estafas y agresiones, se han vuelto moneda corriente a la hora de hablar de los jubilados.
La pérdida de fuerza, la lentitud en los movimientos y las limitaciones de reflejos hacen que tengan menos posibilidades de defenderse o reaccionar con rapidez ante un ataque. Todo esto los convierte en presas fáciles para el delito, que busca minimizar el riesgo de resistencia o confrontación.
Los ladrones son conscientes de esto y no dudan en usarlo en su favor.
Una situación de este tipo le tocó vivir en las últimas horas a un matrimonio de jubilados de Tolosa.
Según pudo saber este diario, el hecho tuvo lugar en una vivienda ubicada en 31 y 530, donde las víctimas terminaron siendo blanco de un violento robo a manos de una banda de delincuentes. La pareja, de avanzada edad, fue sorprendida mientras dormía y sometida a una hora de terror.
Era alrededor de las 04.30 cuando el hombre, de 86 años, y su esposa -de 84- fueron despertados abruptamente por la luz encendida en su habitación. Tres encapuchados irrumpieron en la estancia con armas en mano. Sin mediar palabra, los ataron de pies y manos, los amordazaron y cubrieron los ojos con un tapabocas, dejándolos completamente indefensos.
Durante un buen rato, los delincuentes recorrieron cada rincón de la casa, revolviendo muebles y buscando objetos de valor. Los tres sujetos, todos hombres de unos 30 años y provistos de guantes para no dejar huellas, no se olvidaron de ningún detalle del plan. Finalmente, el silencio se apoderó del hogar: los ladrones habían escapado.
Con esfuerzo, el jubilado logró desatarse y pedir ayuda. Una vecina acudió rápidamente y alertó a la policía llamando al 911. Cuando finalmente pudieron hacer un balance de lo sustraído, el daño era significativo: siete relojes, alhajas de valor, un televisor LED, una notebook, la llave de su automóvil Honda Civic y, además, una importante suma de dinero en efectivo: 50 mil pesos del hombre y 190 mil de su esposa, ambos montos correspondientes a sus respectivas jubilaciones. Como si fuera poco, los delincuentes también arrancaron la chapa patente del vehículo estacionado en el garaje.
Las primeras pericias indicaron que los ladrones ingresaron a la vivienda tras cortar la reja de una ventana que da a la calle 530, justo en la habitación de la mujer. Todo sugiere que se trató de un golpe planificado con precisión. La hipótesis más firme es que la banda estudió a sus víctimas durante días, observando sus horarios y movimientos hasta el momento indicado para actuar.
Ahora, los investigadores analizan las cámaras de seguridad de la zona en busca de pistas.
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