La visita a nuestro país, la cuenta pendiente del papa Francisco
| 21 de Abril de 2025 | 07:26

Cuando aquel inolvidable 13 de marzo de 2013 Jorge Bergoglio resultó electo Papa, sucesor del renunciante Benedicto XVI, y tras elegir llamarse "Francisco", en referencia a Francisco de Asís, santo patrón de los pobres, en Argentina, entre la incredulidad del acontecimiento y las celebraciones surgió la enorme expectativa de que otra vez un Santo Padre, esta vez nada menos que argentino, visitara el país.
Su primera visita como Papa fue en julio de 2013 a Brasil, donde dejó una frase que tuvo mucho recorrido: "Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo?".
La cercanía del primer viaje hizo pensar que podría venir a la Argentina, pero no fue así. En su época de cardenal, Bergoglio fue duramente cuestionado por Néstor y Cristina Kirchner, a tal punto que llegó a ser llamado el "jefe espiritual de la oposición".
Fue el ex secretario de Comercio interior, Guillermo Moreno, quien le recomendó a la entonces presidenta Cristina Kirchner que lo mejor era "amigarse" con el Sumo Pontífice. Y así fue, con un pedido de disculpas de parte de la ex mandataria. "Yo creía que usted era otra cosa", debió decirle en ese pedido de perdón. La relación cambió, hubo un acercamiento entre ambos líderes, y si bien comenzaría a mencionarse la posibilidad de una visita a la Argentina, durante el segundo gobierno de Cristina no sucedió.
Las elecciones y el cambio de mandato fueron también mencionados como momentos "no recomendables" para que Francisco regresara al país como representante del Santo Padre.
La relación con Mauricio Macri comenzó diferente de la que Francisco había tenido con Cristina. Se recuerda la foto en la que al Sumo Pontífice se lo ve con gesto serio durante la visita del Presidente al Vaticano. Con el paso del tiempo el vínculo se iría desgastando, a pesar que funcionarios y dirigentes cercanos a Macri, como María Eugenia Vidal y Esteban Bullrich, tuvieron excelente trato con Francisco.
Durante la gestión de Macri también surgiría en reiteradas ocasiones la noticia de que el Papa podría venir a la Argentina, que el Vaticano analizaba la posibilidad, que estaba con los otros viajes en agenda. Pero lo cierto es que el retorno a su país seguía postergándose.
Visitaría Bolivia, Chile, protagonizaría un histórico encuentro en Cuba, donde se reunió con el patriarca ortodoxo ruso Cirilo en La Habana y declarara que "somos hermanos", en el primer encuentro de este tipo entre un Papa y un patriarca en más de 1.000 años, viajaría a Paraguay, Colombia, Perú, Ecuador y México, además de Estados Unidos. Además de Argentina, Uruguay y Venezuela fueron los otros dos países de América del Sur que no fueron visitados por el Papa.
La fría relación con Macri en el último tramo de su gestión y las elecciones presidenciales de 2019 también atentarían con el ansiado viaje, que así como surgía como posibilidad era postergado, una y otra vez.
En marzo de 2021 se convirtió en el primer papa en visitar Irak
Sería el turno de Alberto Fernández y de la mano de quien fuera su primera canciller, Susana Malcorra, resurgiría la esperanza de una visita papal. Pero la funcionaria sería de las primeras en abandonar el gobierno y con ello otra vez el sueño de millones de argentinos comenzaba a diluirse. La pandemia, la posterior postura de Alberto Fernández de confrontar con la oposición, algo que era rechazado por Francisco, y haber promovido la legalización del aborto terminó por romper la relación y un eventual viaje.
Con Javier Milei la relación fue de menos a más sin llegar a un excelente vínculo, pero por lo menos alejado de lo explosivo que había comenzado por los agravios que el libertario le había lanzado. Ya como Presidente, visitó Roma y estuvo reunido durante una hora con Francisco. La relación había sido recompuesta a pesar que ideológicamente el Santo Padre estaba en la vereda de enfrente de la del mandatario. Menos que antes, cada tanto sonaba la posibilidad de una visita, pero allí la salud de Francisco comenzaba a jugar un papel cada vez más central. Aún así, en septiembre de 2024 lo que fue el viaje más largo y más lejano de su pontificado, que lo llevó a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur. Llegó a ser primer papa en visitar Irak. Pero Argentina quedaba cada vez más lejos. Y así fue.
Durante todo su papado se dijo que la grieta fue el principal obstáculo para que viniera a la Argentina, ya que no quería ser manipulado por ninguno de los extremos y sí aportar para un acercamiento. No pocos le cuestionarían que tuviera simpatía por el peronismo y aún más que hubiera recibido a dirigentes polémicos, como Juan Grabois.
Lo cierto es que llegó el día que ningún argentino, que miles de millones no querían que llegara. Francisco inició el camino hacia el Santo Padre y desde que se marchó a Roma, a comienzos de 2013, nunca más pudo volver a la Argentina, su país.
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