Alivio y cautela: hizo el deber sin dejar sensación de garantía
Edición Impresa | 24 de Abril de 2025 | 02:54

Por MARTIN MENDINUETA
“Ganar no es importante; es lo único”. La vieja sentencia de Carlos Salvador Bilardo no se oxida ni pasa de moda. Estudiantes se quedó con todos los puntos que había en juego y eso era exactamente lo que necesitaba para bajar los decibeles de ansiedad y de protesta.
Ganar serena el ambiente y, también, permite esconder en los rincones de la intimidad las certezas que le impiden estar plenamente conforme.
El Pincha hizo el deber sin dejar sensación de garantía. Festejó gracias a un regalo de los que no se encuentran fácil en el máximo nivel del fútbol continental.
Los hinchas se fueron a dormir teniendo claro que la recuperación estuvo en el resultado sin encontrar correlato en el funcionamiento colectivo.
Estudiantes mira la tabla de su grupo y sonríe... Se encuentra a sólo un punto de Universidad de Chile. La faceta numérica lo deja a salvo de cualquier preocupación severa. ¿Hasta dónde llegará la autocrítica sobre el nivel de juego?
Además de ser verídico, el latiguillo “en la Copa Libertadores nada es fácil” servirá para entender y aplicar cierta complacencia con lo hecho por el equipo de Domínguez.
El obsequio del arquero rival le bajó el tono a la gran ansiedad
Atacando mucho, pero sin conseguir la agresividad ni el cambio de ritmo que lo hiciera dominador absoluto del trámite, Estudiantes encontró en la macana inconmensurable del arquero visitante justo lo que estaba deseando como para sentirse en la ruta correcta.
El arquero John no olvidará jamás su terrible falla en el gol de Carrillo. Fue un “regalo” inesperado
Con Carrillo procurando calibrar la mira y el binomio Palacios-Meza como generador de avances permanentes por la banda derecha, llegó a incomodar al campeón reinante de la Libertadores, aunque siendo consciente de que todavía le faltaba más furia ofensiva que entusiasmara a sus hinchas.
El pitazo final del primer capítulo trajo comentarios risueños y tenue conformismo de la multitud albirroja.
BAJÓN, POSTURA REPLEGADA Y EL TRAVESAÑO COMO ÚTIL ALIADO
El complemento ratificó sensaciones nítidas: El León sintió el cansancio, no estaba seguro para defenderse con la tenencia de la pelota y por eso decidió replegarse. Botafogo aceptó el reto de convertirse en ambicioso, lo desarrolló a medias y aun así generó por lo menos tres situaciones de gol bien claras.
La actuación, bastante más que correcta, de Facundo Rodríguez como segundo zaguero central representa un tema en sí mismo. Con Boselli y Funes Mori entre los suplentes, el hombre que antes daba sensación de inseguridad permanente ahora (hoy, no más que eso) se convirtió en el compañero de dupla de Santiago Núñez.
La película seguirá. Tres puntos y a la bolsa. El análisis frío invitará a no caer en la euforia.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE