Una nueva decepción para los hinchas
Edición Impresa | 12 de Mayo de 2025 | 01:05

Lo peor de una nueva derrota tripera es el grado de desilusión al que han llevado a los hinchas mens sana. Dirigentes, técnicos y jugadores son -en mayor o menor medida- responsables de haberle quitado las ganas al hincha. Ganas de disfrutar, de viajar, de festejar, incluso de insultar. La salida del estadio fue silenciosa como pocas veces se ha visto mientras del otro lado del campo, la fiesta Charrúa era interminable.
A pesar de que el equipo no devuelve mucho desde el campo de juego, los triperos dijeron presente en el Estadio Único de San Nicolás. Una muy buena cantidad de público dijo presente.
Cómo siempre, la llegada de los hinchas que viajaron en micro se retrasó más de lo debido, primero por la espera para que salieran todos juntos desde la subida a la autopista La Plata-Buenos Aires y luego por las inspecciones de Gendarmería y del operativo, ya en cercanías del Estadio. Los micros de la barra fueron sometidos a una exhaustiva revisión, especialmente aquel en el que iban los bombos y las banderas.
Berisso, Plaza España, Tolosa, Ensenada, La Cumbre, El Mondongo, Altos de San Lorenzo, Villa Zulia, Los Grandolio fueron algunas de las banderas apoyadas en el cemento del Único.
Matías, Guido y el Pato dijeron presente desde Villa Castells. Así, desde distintos lugares de la ciudad viajaron a San Nicolás familias y grupos de amigos: Víctor, Carlitos, Mateo, Lucio, Lucía, Sebastián y Tomás viajaron desde City Bell y el casco urbano. También estuvieron Valentina, Delfina, Candela y Esteban por un lado; Jorge, Martina, Fran, Luchi y Pedro viajaron desde El Mondongo. Muchos hinchas llegaron con el partido empezado por las dos horas perdidas en la Panamericana por el cacheo de Gendarmería.
También apareció la bandera de La Banda de Fierro, La Gloriosa 22 y los tirantes en la tribuna. Otras banderas más pequeñas fueron apareciendo con el paso de los minutos en la tribuna tripera, tales los casos de Las Quintas, Abasto y La Favela, entre muchas otras.
El final, en el más absoluto de los silencios, fue el preámbulo de un regreso a La Plata sin ilusiones. Y eso es lo peor que le pasó a los hinchas triperos en este tiempo. Por eso pidieron por un cambio de rumbo lo antes posible.
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