Presión arterial “alta”: ayer no tenías, hoy podés tener...

La Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), la Sociedad Argentina de Cardiología y la Federación Argentina de Cardiología revisaron la evidencia clínica más reciente y se reunieron para actualizar las recomendaciones sobre el manejo de la presión arterial.

Como consecuencia de esta iniciativa establecieron un consenso que plantea un cambio fundamental para el control de este factor de riesgo: el umbral que se consideraba “normal” para personas con hipertensión deja de ser 14/9 y pasa a ser 13/8 (máxima/mínima).

Según destacaron los expertos estos nuevos valores permitirían evitar al menos el 15% de los infartos y hasta el 18% de los accidentes cerebro vasculares ACV, ya que cuanto más baja es la presión arterial dentro de un rango seguro, menor es la carga que sufre el sistema cardiovascular.

Además de establecer estos nuevos parámetros , el renovado consenso médico propone, a su vez, mejorar las estrategias de tratamiento dentro y fuera del consultorio médico.

En ese sentido, destaca la importancia del control domiciliario de la presión como herramienta clave y destaca la necesidad de personalizar las intervenciones de acuerdo con las características de cada paciente.

Según destacaron los autores del nuevo consenso se basó en los resultados del estudio SPRINT, realizado a más de 9000 adultos mayores de 50 años con presión alta y riesgo cardiovascular y publicado en 2015.

Ese estudio, indicaron los expertos, demostró que mantener la presión por debajo de 130/80 reduce significativamente los eventos cardiovasculares mayores y la mortalidad por cualquier causa.

Al mismo tiempo destacó que valores considerados previamente como “alta-normal” (130–139/85–89) ya duplican el riesgo de ACV en personas mayores y triplican la probabilidad de insuficiencia cardíaca en poblaciones vulnerables.

Desde la SAHA se indicó que el nuevo consenso marca una continuidad con el trabajo colaborativo iniciado hace unos años y puntualizó que hace siete años se hizo en la Argentina el primer consenso conjunto entre las tres sociedades más importantes vinculadas a la hipertensión arterial, unificando criterios y dejando atrás una práctica anterior por la cual cada entidad sacaba su propia guía

El nuevo documento se ajusta a las guías internacionales, considerando presión arterial normal a valores por debajo de 130/80 mmHg, mientras que el umbral para diagnosticar hipertensión se mantiene en 140/90.

“Entre 130/80 y 140/90 se encuentra lo que llamamos presión limítrofe. En muchos casos no hace falta indicar tratamiento farmacológico, pero sí es fundamental recomendar cambios en el estilo de vida”, indicaron los especialistas.

Pese a que entre el 35% y el 40% de la población adulta argentina tiene hipertensión, el 60% de ellos permanece sin diagnóstico.