El Santo Padre reivindicó el legado de Francisco y buscará unir a la Iglesia
Edición Impresa | 9 de Mayo de 2025 | 01:29

La elección de Robert Francis Prevost como el papa León XIV supone para muchos la continuidad del legado de Francisco, a quien ayer evocó desde el balcón central de la Basílica de San Pedro: “Todavía conservamos en nuestros oídos esa voz débil, pero siempre valiente del papa Francisco que bendecía a Roma y daba su bendición al mundo entero esa mañana del día de Pascua”, fueron las primeras palabras del nuevo Pontífice, que también quiso “darle continuidad a esa misma bendición que Dios nos quiere mucho, Dios nos ama a todos. El mal no prevalecerá”.
Nacido en Chicago, Estados Unidos, hace 69 años, pero con nacionalidad de Perú, donde hizo gran parte de su vida pastoral y fue ordenado obispo por el Papa Francisco en 2015, aprovechó su primer mensaje (en español) para hacer un “llamado a la paz”, agradecer a su predecesor y saludar a su “querida diócesis de Chiclayo”.
En la diócesis peruana, cuentan quienes le conocen, estuvo codo a codo con los pobres y conoció de primera mano el drama de la inmigración hacia Estados Unidos. En este sentido, podría resultar un puente entre el norte rico y el sur pobre.
El nuevo Papa anunció, de hecho, que llegaba para “construir puentes” a través del “diálogo, sin miedo, unidos, dando la mano a Dios y dándonosla entre nosotros”.
La elección de León XIV, votado por al menos 89 de los 133 cardenales habilitados para hacerlo y a quien Francisco había llamado “desde una remota diócesis de Perú” para dirigir el dicasterio clave de los obispos, supone un “éxito póstumo de Francisco” y “una oposición al gobierno estadounidense”, sobre todo en política inmigratoria, según analizaban ayer fuentes eclesiásticas.
Sin embargo, si bien es cierto que este era el gran candidato en las sombras del sector más progresista del Vaticano, su perfil moderado, más pragmático y de centro como para ofrecer garantías de “solidez de gobierno y estabilidad doctrinal” le granjeó también el apoyo de los conservadores, esos que renegaban de Francisco y que ven en el flamante Pontífice a alguien capaz de cumplir con la misión de aplacar los ánimos en un contexto de fuerte división para la Iglesia.
Sus primeras palabras y la primera aparición pública de León XIV lo han presentado con un estilo muy distinto al de su antecesor, leyendo el discurso y con un tono menos coloquial, más clásico y de catequesis. Se mostró también con vestimenta tradicional, sin romper protocolos como hizo Francisco.
Por su parte, la progresía católica interpretó también como una buena señal que el nombre del nuevo Papa, que remite a León XIII, papa de 1878 a 1903, que abrió la Iglesia al diálogo con la modernidad y fue muy activo a la hora de impulsar la justicia social.
“En nuestras tierras sembró esperanza, caminó junto a los más necesitados”, destacó ayer la presidenta de Perú, Dina Boluarte.
En cuanto a la doctrina, Prevost ha seguido las reformas y procesos de apertura de Francisco, aunque, como él, se ha mostrado por caso contrario al sacerdocio femenino.
Nacido en los Estados Unidos, con padre de origen italiano, madre de ascendencia española y con el corazón en Perú, Prevost conjuga un perfil de norte y sur, una vía intermedia tras el papado del argentino.
Este perfil mestizo era entonces la opción más segura y original a la hora de elegir a un occidental, con el corazón en el sur, frente a la audacia de otros nombres provenientes de Asia o África.
El Papa León XIV llega al Vaticano con la misión de aplacar ánimos y tender puentes
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