Ciudad sin dengue: entre la inmunización y el factor vacuna

Según el último Boletín Epidemiológico que publica semanalmente el Ministerio de Salud bonaerense, apenas se registraron 437 casos de dengue en la provincia de Buenos Aires: sólo 2 fueron en la Ciudad.

Tras una feroz epidemia desde octubre del 2023 hasta junio del 2024 -que se desplegó a lo ancho y largo del territorio nacional- son cada vez menos los casos de dengue.

Durante el período de alerta sanitaria, la Provincia inició la campaña de vacunación contra el dengue -que lleva más de 100.000 dosis aplicadas- y profundizó la prevención a través del descacharrado y la limpieza de recipientes. Asimismo, hubo una sobredemanda de repelentes.

En definitiva, desde diciembre 2024 hasta mayo de este año -lapso donde se prevé mayor circulación de la enfermedad-, no ocurrió el ascenso esperado de casos.

Ante la pregunta insoslayable “por qué”, desde el Centro de Estudios Parasitólogos y de Vectores (Cepave), señalaron que una serie de factores confluyeron para que haya sido un verano más calmo. La inmunidad generada, la campaña de vacunación y la sequía que imperó durante enero, son las causas principales de la escasa o nula presencia de dengue en la Ciudad.

LOS FACTORES

“Esta temporada hubo pequeños brotes epidémicos pero nada que ver con el año anterior”, introdujo Victoria Micieli, Investigadora Principal y Directora del Cepave y detalló, en diálogo con EL DIA, por qué: “Lo más probable es que la población esté muy inmunizada por el dengue de la temporada anterior. A su vez, circularon ‘serotipos’ de mosquitos sin tanto riesgo, como lo es el tipo ‘2’”. Además, resaltó la sequía de enero y que, ante la aparición de lluvias en febrero, “la población igualmente no fue tanta”.

Según la investigadora, con la enfermedad que transmite el mosquito ‘aedes aegypti’ suele suceder que tras un año con una gran cantidad de casos, deviene tres o cuatro temporadas sin rebrotes. “Hubo una epidemia tan grande que la población se inmunizó”, resaltó Micieli. A su vez, destacó la campaña de vacunación y la difusión de las medidas de prevención.

“Lo que pasó esta temporada es que los mosquitos adultos tardaron en aparecer. Siempre lo hacen en diciembre y esta vez lo hicieron en febrero”, sumó y sentenció: “Hubo un claro retraso”.

Sin embargo, la especialista recomendó continuar con el descacharrado y la limpieza de recipientes: “Desde mayo, los huevos permanecen. Tras el invierno, hacen eclosión y comienza el estado acuático, lo que vendría a ser larvas que viven en el agua. Después, finalmente, aparecen los mosquitos adultos”, especificó la directora del Cepave y señaló: “Cuanto más se retrasa eso, mejor”.

LOS MOSQUITOS DE INUNDACIÓN

Durante las últimas semanas, en los espacios verdes de la Ciudad -como la República de los Niños, el Parque Ecológico, el Paseo del Bosque- llamó la atención los diferentes enjambres de mosquitos. Pero, como viene anoticiando este diario, no son aquellos que trasmiten dengue sino los de ‘inundación’: los ‘aedes albisfasciatus’.

Esta especie, que está asociada con la lluvia, no necesitan de altas temperaturas para prevalecer y pueden estar todo el año, “siempre que ocurran abundantes precipitaciones”, manifestó Victoria Micieli. “Se generan charcos con las inundaciones y ahí se crían estos mosquitos”, culminó.