Un joven herido: amargo despertar en una casa de City Bell

Sucedió en 461 y 15. La dueña de la finca, cuando tomaba mates en su cama, cerca de las 9 de la mañana de ayer, denunció la irrupción de un vecino, que le robó un teléfono celular y atacó a su sobrino de 16 años

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Con sus dos sobrinos de 16 y 19 años durmiendo en su casa de las calles 461 y 15 en City Bell, una mujer decidió en la mañana de ayer quedarse a tomar unos mates en la cama para combatir el frío y estirar el inicio de la jornada dominical. Sin embargo, ocurrió un hecho que primero le causó extrañeza y después, mucho miedo.

En base a la información que recibió este diario de fuentes seguras, cerca de las 09.00 la propietaria de la finca se sorprendió al ver a un desconocido con una gorra visera y que llevaba colocada una bufanda, que solo dejaba ver sus ojos. Esa persona llegó a estar a menos de un metros de su posición.

Si bien salió corriendo, cuando la mujer empezó a gritarle que no podía entrar en la vivienda sin su permiso, pensando que tal vez era un amigo de sus sobrinos, cuando volvió a ver al extraño, que ya directamente le agarró su teléfono celular y, hasta le pegó con un machete a uno de los jóvenes, su perspectiva cambió radicalmente.

Quien pensaba que podía ser un conocido de los chicos, pasó a convertirse en un delincuente, pero no cualquiera, sino uno conocido del barrio.

De hecho, en medio de la agresión lo reconocieron y hasta lo corrieron hasta las inmediaciones del Parque Ecológico, sin poder darle alcance.

Con las pulsaciones a mil y los llamados a la Policía, se comprobó que a raíz del golpe con el elemento filoso, el adolescente de 16 años había sufrido lesiones en una pierna y en el hombro izquierdo, aunque superficiales y sin protocolo de derivación a un centro asistencial.

Ante las primeras consultas del caso de parte de los investigadores, quedó señalado un muchacho que vive en las inmediaciones y que ya le habría estado reclamando a los sobrinos de la mujer algo de lo que no hubo mayores precisiones.

También se supo que, por las características de la construcción, el acceso a la misma no representa mayores dificultades, que el acusado logró sortear sin problemas.

Ahora quedará la tarea de reconstrucción probatoria por parte de la comisaría décima, sobre todo en la búsqueda de imágenes de las cámaras de seguridad de todo el sector.

El único elemento sustraído fue el celular, cuyo rastreo no arrojó resultados positivos, indicó un portavoz de la investigación.

En la causa tomó conocimiento la UFI penal en turno de La Plata, a cargo de Cecilia Corfield, ya que hay una indicación de quien podría ser el autor del hecho.

La principal hipótesis, por ahora, vincula a una situación entre el sospechoso con los familiares de la denunciante, ya que, si bien hubo un desapoderamiento, la situación, al parecer, tuvo génesis en un entredicho previo.

Los vecinos, que rápidamente se enteraron de lo sucedido, quedaron bastante preocupados, porque este tipo de episodios siempre alteran los ánimos, sensibilizan a cualquiera, sobre todo a partir de la posible irrupción de extraños en los domicilios. Algo de los que pueden dar fe quienes habitan en la Zona Norte platense.

Por eso se escucharon quejas por la ola de violencia e inseguridad y también pedidos por rondines o patrullajes preventivos. Algo que ya no se ve tanto por el lugar.

 

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