Farías metió la pata y luego pidió disculpas

El delantero de Estudiantes Facundo Farías estuvo ayer presente en el partido que jugó Colón de Santa Fe ante Gimnasia de Mendoza, por el torneo de la Primera Nacional, aprovechado los dos días libres que le dio el entrenador.

Consultado por la prensa santafesina, el jugador reconoció que hizo todo lo posible por volver a ponerse la camiseta de Colón en este mercado de pases y mucho más al enterarse que el Pulga Rodríguez pegaba la vuelta para ayudar al equipo que está de mal en peor en la segunda categoría del fútbol argentino.

“Lo hablé con los dirigentes. Era mi idea, justo cuando ví que el Pulga volvió”, declaró el jugador en radio Sol Play de Santa Fe, que de inmediato se dispararon por las redes sociales y generaron mucho malestar en los hinchas de Estudiantes.

“Volví loco a mi mujer, a mi familia. Les dije ‘me voy para allá, si se puede hacer algo me voy’”, declaró antes de ver la derrota del Sabalero ante el equipo mendocino.

En La Plata no gustaron para nada esas declaraciones. Tal vas las haya formulado por compromiso y para quedar bien con el club que lo vio nacer y que no está en un buen momento. Tal vez ni siquiera haya sido cierto todo eso, pero lo real es que está en Estudiantes y tiene un contrato por delante que tiene que respetar.

Por eso por la noche en su cuenta de Instagram pidió disculpas. Dijo que se expresó mal y que está comprometido con la camiseta de Estudiantes. Dos veces escribió “disculpas a los hinchas”.

El caso Farías es significativo en el Pincha ya que fue uno de los muchos jugadores que llegaron de la mano de Foster Gillet en ese mercado de pases que el presidente Verón estaba arriba de la ola de las inversiones. Su salida del Inter de Miami salió casi 5 millones de dólares y se pagó apenas un millón de dólares por la transferencia. El problema es que en la MLS las operaciones se realizan de club a club y el que puso la firma fue Estudiantes no el empresario. Por eso esa afirmación molestó mucho más de lo normal. Demasiada deuda para un jugador que apenas jugó 350 minutos en seis meses y no demostró demasiado.