“¿Y dónde está el policía?”: la pistola, otra vez desnuda
Edición Impresa | 31 de Julio de 2025 | 02:32

¿Se acuerdan de “La pistola desnuda”? Volvió: la nueva versión es uno de los estrenos de hoy, y llega a los cines locales con título cambiado (“¿Y dónde está el policía?”, guiño al nombre latinoamericano de otro clásico con Leslie Nielsen, “¿Y dónde está el piloto?”) y, claro, sin Leslie Nielsen como Frank Drebin, pero con Liam Neeson en sus zapatos, o, mejor dicho, en los de su hijo.
Zapatos muy grandes, claro, para llenar: algunos dicen que dirigir es un 90% de casting, pero en el caso de Leslie Nielsen como el teniente Frank Drebin, fue más un 110%. La elección de Nielsen para toda esa saga de películas cómicas merece un lugar especial en los anales de las elecciones de casting brillantes. Los maestros de la parodia David Zucker, Jim Abrahams y Jerry Zucker encontraron oro: un actor que, como Neeson, su sucesor, vivió en gran medida de roles dramáticos. Los dos, Nielsen y Neeson, eran pues material perfecto para la comedia: no solo interpretaron a sus personajes de manera seria, sino mortalmente seria.
Nielsen, un galán de los años 50 renacido en la comedia de pastelazo de los 80, una vez dijo que había sido elegido en contra de su tipo durante toda su carrera hasta que llegó “Locademia de Policía”. ¿Y Neeson? Bueno, su papel en “¿Y dónde está el policía?” es más ingenioso homenaje que el encuentro de su verdadero hogar.
Un homenaje realizado por una generación nueva, para una generación nueva: dirige Akiva Schaffer, el miembro detrás de escena de Lonely Island, y Seth MacFarlane produce. Evidentemente, los dos crecieron mirando las películas ochentosas de Leslie Nielsen.
LA TRAMA
Y cuentan ahora la historia del hijo del teniente de Nielsen, encarnado por Neeson. La película le hace un rápido saludo cuando Drebin se detiene frente a una placa de su padre en el departamento de policía. También está allí la placa dedicada al hoy canceladísimo y bajo libertad condicional O.J. Simpson, actor en la película original de 1988: otro oficial se para momentáneamente frente a la misma placa de Nordberg antes de decidir no saludarlo...
Los chistes son buenos. Y hay un placer en ver esta tradición de comedia tonta pero inteligente continuar. También le da un impulso a la película Pamela Anderson, interpretando a la angustiada hermana de un hombre muerto en un accidente de vehículo eléctrico.
Por supuesto, es el punto de partida para que con una torpeza entrañable, una valentía más accidental que heroica y un sentido del deber algo confuso, Drebin Jr. se vea envuelto en una peligrosa conspiración global que amenaza con destruir la paz mundial. El villano esta vez es un magnate tecnológico, interpretado con el típico estilo sórdido por Danny Huston. Y una vez más, un procedimiento policial sirve como el marco de la película, completo con persianas americanas que forman sombras y monólogos duros. Esta vez, sin embargo, gracias a la presencia dura de Nielsen (y todos esos thrillers de “Taken”), uno medio cree en él como un detective duro.
Es una “Pistola desnuda” hecha por nuevas generaciones para las nuevas generaciones
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