Estudiantes y una rotunda decepción por la diversidad de errores

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Por MARTIN MENDINUETA

@firmamendinueta

Estudiantes empezó el segundo semestre del año de la peor manera; jugando decididamente mal y perdiendo con justicia ante un Vélez bastante más intenso.

Más allá de actuaciones individuales muy flojas (sólo Tiago Palacios zafó de la ácida critica), Eduardo Domínguez quedó expuesto por varias decisiones. Volvió a confiar en Alexis Manyoma y el resultado fue tan malo como rotundo. Pero el DT se equivocó dos veces, primero al ponerlo como titular y luego, al dejarlo en el campo hasta el minuto 25 del complemento. El colombiano, que jamás pudo tener incidencia positiva en el trámite del juego, debió salir al término de la primera etapa. Era un cambio “cantado” que el entrenador decidió no hacer.

La multitud de hinchas albirrojos que fueron hasta Avellaneda no imaginó un desempeño tan pobre. Lo único destacado del Pincha fue el pase perfecto de Tiago Palacios para Meza, en el primer tiempo, cuando pateó y obligó a Marchiori a realizar la atajada más valiosa de la noche. El resto de lo observado resultó decepcionante en todas las líneas.

NO LOGRÓ DESPEGARSE DE LO HECHO EN FLORENCIO VARELA

Después de aquella eliminación de la Copa Argentina frente a Aldosivi (en otra tarea deficitaria ciento por ciento), la hinchada albirroja confiaba en una contundente recuperación que no llegó. El extenso receso, plagado de especulaciones y de sugestivos silencios nada saludables, acumulódudas y expectativas por igual.

Después de tamaña espera, lo observado anoche ancló justo en el domicilio de un rotundo aplazo. El equipo cometió errores atrás y desnudó severas limitaciones adelante; los retrocesos fueron traumáticos y quedó en evidencia que el funcionamiento no estaba aceitado.

A días del inicio del torneo, el diagnóstico, lejos de tomar distancia con aquella caída ante los de Mar del Plata, se une peligrosamente a una imagen vacía de eficacia.

Su gente fue al estadio de Independiente por un trofeo, por otra estrella y regresó a La Plata sin nada para festejar.

Lo mejor que hizo el equipo fue observar respetuosamente la premiación del ganador.

EL FUTURO INMEDIATO LO OBLIGA A UNA MUY SEVERA AUTOCRÍTICA

El mes que viene lo espera la instancia de octavos de final del torneo que más le gusta afrontar. ¿Qué harán los que toman las decisiones más importantes? ¿Por dónde van a comenzar el inevitable ejercicio autocrítico? ¿Hasta dónde se resquebrajó el ciclo tutelado por Eduardo Domínguez? ¿Cuánto apoyo ha ido perdiendo?

Hoy las preguntas lastiman la piel de su gente y arrinconan a los que deben ejercer el poder de un modo responsable.

El reencuentro de Estudiantes con su hinchada dejó un sabor nada agradable.

La conformación de la dupla de zagueros (sin dudas, la reciente partida del uruguayo Boselli a River agigantó los problemas de un binomio muy discutido que jamás otorgó la seguridad buscada), ahora es un problema concreto.

El mediocampo hizo agua y hasta el Rusito Ascacibar anoche quedó atrapado en la extensa lista de los que no jugaron bien. De todos modos, lo de Neves fue peor. A Carrillo se lo notó dosificando su energía, eligiendo los momentos para exigirse a pleno; y así será difícil que pueda facturar. Es evidente que Alario continúa sin convencer, porque por algo no lo pusieron.

Pasó una noche horrible. La niebla no ocultó las falencias.

Estudiantes

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