Otro feroz ataque ruso con misiles sobre Kiev
Edición Impresa | 1 de Agosto de 2025 | 01:44

El presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, pidió ayer aumentar la presión para “un cambio de régimen” en Rusia, después de una andanada de bombardeos que dejó al menos 16 muertos en Kiev y de que Moscú anunciara la toma de una posición clave.
Zelenski calificó los bombardeos de “asesinatos ejemplarizantes” y afirmó que cree que es posible presionar a Rusia para terminar con la guerra, que comenzó en febrero de 2022 con la invasión a gran escala de las tropas de Moscú.
En tanto, el mandatario estadounidense Donald Trump calificó de “repugnante” la última ola de ataques rusos sobre Ucrania. “Rusia, creo que es repugnante lo que están haciendo”, dijo Trump a periodistas. “Vamos a imponer sanciones. No sé si las sanciones le molestan”, añadió sobre su homólogo ruso Vladimir Putin.
Según un balance de los servicios de rescate ucranianos, los bombardeos causaron la muerte en Kiev de al menos 16 personas, entre ellos un niño de seis años.
Este ataque con drones y misiles ocurrido al alba causó además 145 heridos, entre ellos 14 niños, añadió la fuente. La municipalidad anunció una jornada de duelo para hoy en la capital.
El mandatario ucraniano advirtió que “si el mundo no aspira a cambiar el régimen en Rusia, eso significa que, incluso después de que termine la guerra, Moscú seguirá intentando desestabilizar a los países vecinos”, agregó en un discurso en línea durante una actividad en Finlandia para celebrar los 50 años de la Conferencia de Helsinki, que apaciguó las tensiones durante la Guerra Fría. Zelenski pidió que, además de congelar los activos rusos, estos sean utilizados contra Moscú.
“UNA MAÑANA HORRENDA”
Los ataques rusos dejaron también edificios residenciales en ruinas, autos calcinados y bomberos intentando apagar los restos de un incendio, mientras los equipos de rescate buscaban sobrevivientes entre los escombros. Timofii, un habitante de Kiev, relató que se despertó por “el ruido de un misil”. “Todo se me vino encima, fue aterrador”, contó este residente del barrio de Solomianski, cuyo departamento quedó destruido y que, según afirmó, vivió “una pesadilla”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andrii Sibiga, reiteró sus llamados a aumentar la presión sobre Rusia, después de lo que calificó como “una mañana horrenda en Kiev”, citando la destrucción de edificios residenciales y los daños a escuelas y hospitales.
“Es hora de aplicar la máxima presión sobre Moscú”, declaró el canciller, que afirmó que el presidente Trump, “ha sido muy generoso y muy paciente” con Putin.
Este ataque de Rusia se produjo después de que Trump diera el lunes un ultimátum de diez días al jefe del Kremlin para terminar la guerra en Ucrania, amenazando con imponer más sanciones.
Tras la advertencia de Trump, el expresidente ruso Dmitri Medvedev, actual número 2 del Consejo de Seguridad, dijo en X que “cada ultimátum es una amenaza y un paso hacia la guerra”, a lo que el republicano respondió señalando que el ruso se estaba adentrando “en una zona muy peligrosa”.
TOMA DE UN BASTIÓN CLAVE
El ejército ruso reivindicó ayer la toma de Chasiv Yar, una localidad de Donetsk que constituye una posición clave del frente oriental, pero un portavoz militar de una unidad ucraniana desplegada en la zona lo desmintió rápidamente. “Siempre aconsejo no considerar al Ministerio de Defensa ruso como fuente de información. Simplemente mienten de forma sistemática, y el mero hecho de pedirnos cada vez que comentemos sus últimas mentiras es un error”, afirmó Viktor Tregubov, portavoz del Grupo Estratégico Operativo de Fuerzas de Jórtitsia.
En Telegram, Oleksander Kovalenko, especialista militar ucraniano, consideró que es “demasiado pronto” para afirmar que Chasiv Yav pasó a estar bajo control de las fuerzas rusas, y consideró que la defensa de la ciudad desde hace más de dos años representa ya un “récord absoluto” para el ejército ucraniano.
Si se confirma la reivindicación de Rusia, las tropas de Moscú conseguirían una posición estratégica en lo alto de una colina, tras meses de sumar avances en el terreno muy lentamente, pero a un ritmo constante. Chasiv Yar tenía cerca de 12.000 habitantes antes de la guerra, pero ahora está totalmente arrasada.
La toma de la totalidad de Donetsk es una prioridad para el Kremlin desde que reivindicó la anexión de esta región como parte de su territorio en septiembre de 2022.
Pese a la presión de Estados Unidos, Rusia intensificó en las últimas semanas sus bombardeos contra Ucrania y el último ciclo de conversaciones de paz en Estambul evidenció nuevamente la distancia de las posiciones de ambos bandos. Rusia reclama las cuatro regiones ucranianas parcialmente ocupadas, cuya anexión reivindicó en septiembre de 2022: Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, y exige que Kiev renuncie a su aspiración de entrar en la OTAN. Unas condiciones que tanto Ucrania como sus aliados occidentales consideran inaceptables.
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