El biofilm dental, una fina capa de bacterias en los dientes que puede generar enfermedades

Cuidar la boca no es solo una cuestión estética o de higiene puntual: es una pieza clave para preservar la salud integral del cuerpo. Cada vez más evidencia muestra que los problemas bucales no se limitan a provocar caries o mal aliento, sino que pueden agravar enfermedades como la diabetes, las cardiovasculares e incluso algunas afecciones neurodegenerativas. Pese a que el cepillado diario es un hábito extendido, no alcanza por sí solo para mantener a raya a uno de los principales enemigos invisibles: el biofilm dental, también conocido como placa, una fina capa de bacterias que se acumula en dientes y encías y que, de no eliminarse correctamente, puede derivar en enfermedades periodontales y pérdida de piezas dentarias.

La higiene interproximal, a través del uso de hilo dental o cepillos específicos para limpiar entre los dientes, resulta indispensable para llegar a las zonas donde el cepillo común no llega. No obstante, la limpieza casera debe complementarse con controles y limpiezas profesionales que aseguren la eliminación total de bacterias, sarro y manchas. En ese sentido, los avances tecnológicos han permitido que hoy existan procedimientos de limpieza más precisos, cómodos y poco invasivos, capaces de actuar sobre dientes, prótesis y mucosas bucales sin generar dolor y con resultados más previsibles.

La higiene interproximal, con el uso de hilo dental o cepillos, resulta indispensable

Las señales de advertencia suelen ser claras, pero muchas veces se pasan por alto: sangrado de encías, mal aliento persistente, sensibilidad dental o dolor al masticar son indicios de que algo no anda bien y de que es momento de acudir a un especialista. Incorporar la higiene bucal como parte natural de la rutina diaria, asociándola, por ejemplo, al momento del baño o a un horario fijo, puede ser determinante para no saltear cuidados esenciales.