La historia de la estatua de Zubeldía

Faltaba dinero para terminarla y además de allegados también aportaron los exjugadores Palermo y Miguel Ángel Russo

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El domingo se inauguró la estatua en homenaje a Osvaldo Zubeldía, el legendario entrenador de Estudiantes. Fue en el Paseo de los Profesores y allí estuvieron algunas de las glorias que integraron el plantel campeón del mundo en 1968, como Alberto Poletti, Carlos Pachamé, Bambi Flores y Marcos Conigliaro. También estuvo presente Miguel Ignomiriello, formador de muchos de aquellos jugadores.

“Fue inolvidable, se vivieron emociones muy fuertes, no solamente para los que estábamos involucrados en este proyecto sino para los miles de pincharratas que nos acompañaron”, admitió Jorge “Tati” Ocaña, impulsor de la estatua al histórico DT.

En diálogo con El Equipo Deportivo dedicó un párrafo especial a los campeones del mundo citados, que tuvieron a su cargo la tarea de descubrir la estatua de Zubeldía. “No olvidaré la emoción en sus caras cuando vieron el rostro de Don Osvaldo, el llanto del Flaco Poletti. Y quiero quedarme con eso, con la imágen de estos campeones a los que le temblaron las piernas ante la imágen de su conductor. La emoción de ellos es la nuestra también”.

Yendo hacia atrás, Ocaña recordó el punto de origen de la idea de homejear con una estatua al histórico DT. “En el 2020, en los meses previos a la pandemia, ya estábamos con la producción de mi libro, que y visitábamos todas las canchas del país con una encuesta de unas 40 preguntas que tenían que ver con los hechos de grandeza de cada club”.

“Es ese marco -continuó- un día, estando frente al estadio de Estudiantes, en 1 y 55, se me acerca una señora, me toca el hombro y me pregunta: ¿donde está Osvaldo?, por Zubeldía. Sorprendido, le dije que no sabía, pero que, quizás, como él era de Junín, sus restos descansen allá. Y me contó lo que hacía ella para homenajearlo: los días de partido venía a rezarle al estadio; le daba las gracias y le dejaba una rosa allí, para luego irse sin ingresar a la cancha porque ‘ya estaba grande’. A todos los que estábamos en ese momento nos sacó un poco de eje lo que nos contó, nos conmovió realmente. La señora se fue, el tiempo pasó pero a mí me quedó dando vueltas en la cabeza ese tema de ‘donde está Osvaldo’”.

 

Palermo, Russo y varios allegados aportaron dinero para que la estatua se pueda terminar

 

En efecto, lo que primero fue una inquietud, luego pasó a ser un proyecto y ahora es una realidad que ya genera atracción en la casa de los Pinchas. “El año pasado, en ocasión del aniversario 119, Estudiantes me invitó a dar una charla, ya con mi libro publicado, y me dije ‘es ahora o nunca’. Por eso, contacté a Rolando Goldman, secretario de Cultura del club, le comenté la anécdota con la señora y mi idea al respecto y me dijo que le resultaba espectacular. Me pidió que le presente un proyecto. Lo hice, y a los pocos días me llamó diciendo: ‘a todos es en el club les encantó la idea de homenajearlo con una estatua, vamos para adelante”, subrayó.

Estudiantes

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