“Together”: hasta que la muerte nos separe

Todos conocemos esas parejas que ya se han mimetizado, son un solo organismo: andan siempre juntos, hablan el plural, consultan todo con el otro. Pollerudos, pantaloneros en la jerga coloquial, codependientes para la psicología, estos organismos no se detienen hasta fundirse en uno: esa metáfora se vuelve realidad en “Together: juntos hasta la muerte”, película que es la vez terror y sátira y que es uno de cinco estrenos que renuevan hoy la cartelera.

La película está protagonizada por Alison Brie y Dave Franco, pareja en la vida real: en la película, se mudan al campo en busca de una nueva vida. Solos el uno con el otro, verdaderamente solos, empiezan a experimentar fenómenos sobrenaturales que alteran su vínculo. Empiezan a fundirse en uno, literalmente.

Son los horrores, plantea el director de la película, Michael Shanks, debutante, de las relaciones a largo plazo: la intimidad y el compromiso pueden traer consigo codependencia e incluso convergencia. En la película, esa unión se representa de forma literal, dando al himno de las Spice Girls “2 Become 1” (“Dos que se vuelven uno”) un significado completamente nuevo y espeluznante.

Brie y Franco, Tim y Millie en la película, son los que se vuelven uno, y aportan autenticidad a los papeles: en la vida real, llevan juntos casi 15 años y casados ocho. Cuando se llaman “cariño” en la pantalla o reaccionan al ligero coqueteo del otro con otra persona, la comodidad y la fácil relación que han vivido juntos es evidente. Esa credibilidad básica que establece ese fuera de la pantalla contribuye en gran medida a vender las cosas salvajes que suceden a lo largo de la trama.

Cuando los conocemos, en una fiesta de despedida con amigos en Nueva York, no parecen particularmente felices juntos mientras se preparan para dar un gran paso en sus vidas: mudarse al campo para que Millie pueda trabajar como profesora. Tim se avergüenza cuando se da cuenta de que van vestidos de forma similar e inmediatamente se cambia. El ambiente general es un poco menos que alegre: ambos parecen indecisos y sus amigos tampoco les apoyan precisamente. Pronto descubrimos que su relación física lleva tiempo siendo insatisfactoria. Pero ya está todo en marcha y Tim y Millie parecen destinados, o quizás condenados, a permanecer juntos les guste o no.

HORROR CORPORAL

Hay muchas cosas extrañas sucediendo en el campo antes de que el horror corporal entre en escena. Tim está atormentado por el recuerdo de haber descubierto a sus padres muertos, una imagen aterradora a la que nos enfrentamos varias veces. Y tiene una reacción visceral a algunos de los olores de la vieja casa. Una advertencia: la comida no combina bien con “Together”.

Pero las cosas empiezan a ir realmente mal cuando la pareja de la ciudad sale a dar un pequeño paseo por el bosque y acaba pasando la noche en un agujero cavernoso en el que han caído. Por la mañana, descubren que sus piernas están pegadas por una película pegajosa. Les resulta inmensamente doloroso separarlas. Esta es una de las imágenes más leves de las que vendrán.

Los equipos de maquillaje, prótesis y efectos especiales merecen mucho crédito por hacer que esto funcione. Shanks domina el tono y el ritmo, que no carece de momentos de humor y ligereza junto con el trauma y la sangre. Tim, en esta transformación, se siente de repente muy atraído por Millie, lo que da lugar a un encuentro particularmente intenso que es a veces incómodo, cómico, desgarrador y absolutamente repugnante.