“No eres segundo, eres grande”: la historia de Kukuczka, el sucesor de Messner que entró en la historia del alpinismo
| 18 de Septiembre de 2025 | 13:09

Un 18 de septiembre, pero de 1987, el alpinista polaco Jerzy “Jurek” Kukuczka alcanzó un hito que lo consagró como leyenda: se convirtió en el segundo hombre en el mundo, después del italiano Reinhold Messner, en escalar los 14 ochomiles de la Tierra, las montañas que superan los 8.000 metros de altura. Su logro no solo igualó la hazaña de Messner, sino que la hizo aún más sorprendente por la rapidez, las condiciones y el estilo con que lo consiguió.
Kukuczka nació el 24 de marzo de 1948 en Katowice, Polonia, en una familia de clase trabajadora. En plena época comunista, los montañistas polacos carecían de los recursos que sí tenían sus pares de Europa occidental: los equipos eran precarios, las posibilidades de patrocinio eran escasas y las expediciones debían financiarse con ingenio.
A pesar de esas limitaciones, Kukuczka desarrolló una carrera marcada por la audacia, la resistencia y la creatividad. No se conformaba con alcanzar la cima: buscaba abrir rutas nuevas, desafiar las condiciones más extremas y, sobre todo, demostrar que la falta de recursos no era un obstáculo para alcanzar las metas más ambiciosas.
Los 14 ochomiles en tiempo récord
El primer hombre en conquistar todos los ochomiles había sido Reinhold Messner, que culminó su desafío en 1986 con el ascenso al Lhotse. Kukuczka lo logró apenas un año después, cuando el 18 de septiembre de 1987 alcanzó la cima del Shisha Pangma, en el Tíbet, completando así la lista de las catorce montañas más altas del planeta.
Lo sorprendente es que lo hizo en menos de ocho años. Según los registros, le tomó alrededor de siete años y once meses completar todos los ochomiles, la mitad del tiempo que le llevó a Messner.
Pero más allá de la velocidad, lo que distingue su proeza es el modo en que escaló: abrió nuevas rutas, optó por ascensiones invernales —logrando cuatro ochomiles en condiciones de frío extremo y tormentas brutales— y evitó siempre las vías más transitadas. Su estilo arriesgado, muchas veces en condiciones límite, lo colocó en una categoría única.
Un legado grabado en la montaña
El propio Messner, lejos de verlo como un simple “segundo”, lo reconoció con una frase que quedó para la historia: “No eres segundo, eres grande”.
Esa grandeza también tuvo su costo. Jerzy Kukuczka falleció el 24 de octubre de 1989 mientras intentaba escalar la peligrosa cara sur del Lhotse, una de las paredes más difíciles del Himalaya. Tenía 41 años.
Su muerte lo convirtió en un mito, pero su vida ya lo había transformado en leyenda. Con su disciplina, su valentía y su talento, Kukuczka demostró que el alpinismo no es solo cuestión de llegar a la cumbre, sino de la forma en que se hace: con coraje, humildad y respeto por la montaña.
Cada 18 de septiembre, el mundo del alpinismo recuerda el día en que Jerzy Kukuczka completó su viaje por los 14 ochomiles. Un logro que no solo lo inscribió en los libros de historia, sino que sigue inspirando a nuevas generaciones de montañistas a soñar alto, incluso cuando las condiciones parecen adversas.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE