Estudiantes: el consuelo de sentirse un equipo bien copero
Edición Impresa | 27 de Septiembre de 2025 | 04:27

mcabrera@eldia.com
Estudiantes cerró su mejor Copa Libertadores desde aquella que lo tuvo campeón en 2009. A final del año será el quinto mejor clasificado en esa competencia que tanto desea y, tal vez, hasta pueda decir que perdió contra el campeón. Una vez que pase la bronca y la tristeza por la eliminación, podrá sacar pecho y decir que el balance es más que positivo.
¿Pero cómo, no es que solo sirve ganar? Esta frase se repitió en periodistas e hinchas de otros clubes casi hasta el cansancio en las redes sociales. No, no es lo único que sirve al mirar la película completa. Nadie se puede conformar con no ganar pero sí puede hacerlo cuando los procesos, cada tanto, marcan algún éxito. Este plantel perdió contra Corinthians en cuartos de final de la Copa Sudamericana y luego fue campeón de la Copa Argentina. Y luego hizo una mala Copa Libertadores y ganó la Copa de la Liga y el Trofeo de Campeones. Antes le pasó algo similar en el Morumbí 2006 y en Quilmes 2010: rápidamente se puso de pie y utilizó su tristeza para la construcción de un éxito. Conformarse solo con la dignidad es el problema.
Además, claro está. este equipo no se formó para ser campeón de la Copa Libertadores sino que con mucha confusión y malas decisiones en el mercado de pases sobrepobló sectores del campo, desprotegió otros y dejó escapar jugadores. Por eso tuvieron que dar la cara los juveniles, que lo hicieron muy bien. Nadie podía esperar que Estudiantes fuese campeón de la Libertadores, como sí se espera de Flamengo, Palmeiras y, también, River.
Por eso no se hizo “un mundo” de la eliminación. Era una posibilidad grande y mucho más por la calidad del rival. Pero el Pincha jugó tan bien que lo minimizó y estuvo a 15 centímetros de ganarle. O a dos penales. Quedar afuera para los brasileños hubiese sido un escándalo.
Pero si hay algo que le deja esta Copa al equipo albirrojo es saber que la palabra “mística”, tantas veces utilizada y gastada, tiene fundamento. ¿Aún en la derrota? Sí, claro. El jueves por la noche Estudiantes tuvo ese plus que ya a esta altura trasciende a jugadores, entrenadores y dirigentes de turno. No hay muchos clubes en Sudamérica en donde se viva la Copa Libertadores como en Estudiantes.
El propio Filipe Luiz, que se cansó de jugar y ganar dinero en Europa lo dijo. Y Fernando Muslera, con cuatro mundiales en su espalda dijo “muchas cosas que viví en esta jornada no las había vivido en mi carrera”. No hubo medio en el país que no lo destacara: Estudiantes niveló las diferencias con corazón y pasión por una competencia que no es nada fácil de conseguir.
De paso dejó en la superficie que para ser candidato hay que tener jugadores, pero comprar “seleccionados” no es garantía de éxito. Flamengo estuvo a nada de quemar la inversión multimillonaria. A veces hay que apostar por la cantera, buscar proyectos y acompañar con refuerzos.
¿Qué será del futuro de Estudiantes? El enorme desafío del entrenador será dejar al equipo en la Copa Sudamericana, o pelear el Clausura. Después de diciembre parecería ser muy difícil que siga. Pero los dos meses que se avecinan son realmente un desafío.
“Nos queda ese dolor. Espero que ese sea el motor para seguir creciendo. Que pase el dolor, la bronca y volver a insistir”, dijo en conferencia de prensa en la que dejó en claro que quiere cerrar el año de la mejor manera y hacia ese lugar apunta con sus jugadores:. “No queremos tirar la toalla. Creemos en nuestra fortaleza y hoy los jugadores lo han mostrado”.
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