Un informe que trae cola
| 29 de Diciembre de 1999 | 00:00
¡El “bocho” que se hacen muchos con las famosas promotoras de las carreras! Las niñas, convertidas en condimento infaltable en cuanta carrera o carrerita se dispute en cualquier circuito, pululan en todas las categorías, exhuberantes, hermosas, pulposas, “potras”. Todas despertando infinitas fantasías en el público, televidentes y... gente del ambiente.
Pero ¿quiénes son?, ¿qué hacen con sus vidas?, ¿cuánto les pagan?, ¿cómo llegan a ser promotoras? Vestidas estridentemente, muchas veces con diminutos uniformes que dejan a la vista lo mejor de sus atributos. Andando de un lado a otro de los boxes (muchas veces molestando), peleando con uñas y dientes un lugar privilegiado detrás de cada piloto cuando se acerca un micrófono, una cámara de TV o, hasta una libreta de apuntes.
“Algunas somos contratadas directamente por las empresas que publicitan en el automovilismo, a otras las traen distintas agencias, Block Up, Mariana Rozemberg, Carey Promociones, son algunas. Cada agencia tiene que pagarle al Turismo Carretera, TC 2000, Top Race o Turismo, un monto por carrera que depende de cada caso”, le relata a este diario una chica de las que suelen habitar los autódromos trabajando como promotora.
A la hora de hablar de la plata que cobran por fin de semana, “varía, depende, se paga 50, 60, 100 por día, algunas cobran 300 por sábado y domingo pero las agencias se quedan con un 10/20% de comisión y, tienen que pagarse la comida. A otras las contratan directamente las empresas. Podría hacerse un promedio de 200 pesos para cada promotora para un fin de semana, los viáticos están a cargo de las agencias o empresas, lo mismo que el seguro”, afirma la belleza que habla mesa de café por medio.
La mayoría de las chicas oscilan entre los 18 y 24 años, “aunque hay otras más grandes que llegan hasta los 30. A algunas no nos interesa eternizarnos en este trabajo, otras en cambio quisieran quedarse toda la vida”, apunta. La relación entre ellas es otro aspecto: “No somos amigas en la gran mayoría pero, la convivencia no es mala aunque algunas son medio creídas y poco maduras. Claro, cada vez que tenemos que aparecer en cámara con ‘nuestros’ pilotos, nos peleamos por ocupar el mejor lugar y que la marca que representamos se note bien, todo dentro de una gran desorganización. Nos suelen retar mucho si no pasa esto. También nos llaman al orden si nos metemos en lugares prohibidos de la calle de boxes en clasificación o carrera, después las categorías multan a las agencias o empresas. La verdad, el ambiente del automovilismo y el del TC en particular es bastante jodido”.
¿Que físico tienen que tener? “Y, para el Turismo Carretera se busca que sean más grandotas, más rellenitas, a diferencia del TC 2000. Pero ojo, ahora ya no se es tan exigente como antes, ahora casi, casi que cualquiera es promotora sin importar si es linda y tiene un físico apropiado”. La ropa que tienen que ponerse es otra arma que muestran mientras los coches aceleran: “Los uniformes se hacen bien llamativos, muchas andan casi en ‘bolas’ y, eso ayuda mucho a que llamenos la atención, que es lo que se busca. Además nos piden que insinuemos”, asegura la piba.
Fantasías a la orden
Entre las fantasías que se escuchan, están las que vinculan a las promotoras con el oferta de sexo o una doble vida: “Sí, de eso se habla permanentemente pero, está mal que nos metan en la bolsa a todas. No se puede generalizar. Es cierto, se dice que algunas chicas tienen una doble vida, trabajan de striper, en lugares nocturnos o cosas por el estilo. Por otro lado están las que en las carreras tienen horarios para irse a dormir o tienen prohibido salir a bailar”.
Los pilotos son de lo más sindicados cuando se habla de affaires con las chicas. “Se habla más de la cuenta, depende de cada uno y del lugar que una se dé, si no te das el que corresponde, podés llegar a ‘perder’. Ojo que se dieron casos en que corredores se han enamorado de promotoras y hoy son muy felices, como por ejemplo Tito Urretavizcaya o el Bocha Ciantini, que se enamoraron de promotoras”, sostiene nuestra promotora amiga. A veces se tienen que bancar el maltrato y la agresividad de la gente: “El momento del podio es uno de los más complicados, ahí solemos tener que aguantarnos que nos digan de todo y, hasta que quieran tocarnos o algo más”.
Promotoras. Multicolores, espectaculares, llamativas, provocadoras...
Pero ¿quiénes son?, ¿qué hacen con sus vidas?, ¿cuánto les pagan?, ¿cómo llegan a ser promotoras? Vestidas estridentemente, muchas veces con diminutos uniformes que dejan a la vista lo mejor de sus atributos. Andando de un lado a otro de los boxes (muchas veces molestando), peleando con uñas y dientes un lugar privilegiado detrás de cada piloto cuando se acerca un micrófono, una cámara de TV o, hasta una libreta de apuntes.
“Algunas somos contratadas directamente por las empresas que publicitan en el automovilismo, a otras las traen distintas agencias, Block Up, Mariana Rozemberg, Carey Promociones, son algunas. Cada agencia tiene que pagarle al Turismo Carretera, TC 2000, Top Race o Turismo, un monto por carrera que depende de cada caso”, le relata a este diario una chica de las que suelen habitar los autódromos trabajando como promotora.
A la hora de hablar de la plata que cobran por fin de semana, “varía, depende, se paga 50, 60, 100 por día, algunas cobran 300 por sábado y domingo pero las agencias se quedan con un 10/20% de comisión y, tienen que pagarse la comida. A otras las contratan directamente las empresas. Podría hacerse un promedio de 200 pesos para cada promotora para un fin de semana, los viáticos están a cargo de las agencias o empresas, lo mismo que el seguro”, afirma la belleza que habla mesa de café por medio.
La mayoría de las chicas oscilan entre los 18 y 24 años, “aunque hay otras más grandes que llegan hasta los 30. A algunas no nos interesa eternizarnos en este trabajo, otras en cambio quisieran quedarse toda la vida”, apunta. La relación entre ellas es otro aspecto: “No somos amigas en la gran mayoría pero, la convivencia no es mala aunque algunas son medio creídas y poco maduras. Claro, cada vez que tenemos que aparecer en cámara con ‘nuestros’ pilotos, nos peleamos por ocupar el mejor lugar y que la marca que representamos se note bien, todo dentro de una gran desorganización. Nos suelen retar mucho si no pasa esto. También nos llaman al orden si nos metemos en lugares prohibidos de la calle de boxes en clasificación o carrera, después las categorías multan a las agencias o empresas. La verdad, el ambiente del automovilismo y el del TC en particular es bastante jodido”.
¿Que físico tienen que tener? “Y, para el Turismo Carretera se busca que sean más grandotas, más rellenitas, a diferencia del TC 2000. Pero ojo, ahora ya no se es tan exigente como antes, ahora casi, casi que cualquiera es promotora sin importar si es linda y tiene un físico apropiado”. La ropa que tienen que ponerse es otra arma que muestran mientras los coches aceleran: “Los uniformes se hacen bien llamativos, muchas andan casi en ‘bolas’ y, eso ayuda mucho a que llamenos la atención, que es lo que se busca. Además nos piden que insinuemos”, asegura la piba.
Fantasías a la orden
Entre las fantasías que se escuchan, están las que vinculan a las promotoras con el oferta de sexo o una doble vida: “Sí, de eso se habla permanentemente pero, está mal que nos metan en la bolsa a todas. No se puede generalizar. Es cierto, se dice que algunas chicas tienen una doble vida, trabajan de striper, en lugares nocturnos o cosas por el estilo. Por otro lado están las que en las carreras tienen horarios para irse a dormir o tienen prohibido salir a bailar”.
Los pilotos son de lo más sindicados cuando se habla de affaires con las chicas. “Se habla más de la cuenta, depende de cada uno y del lugar que una se dé, si no te das el que corresponde, podés llegar a ‘perder’. Ojo que se dieron casos en que corredores se han enamorado de promotoras y hoy son muy felices, como por ejemplo Tito Urretavizcaya o el Bocha Ciantini, que se enamoraron de promotoras”, sostiene nuestra promotora amiga. A veces se tienen que bancar el maltrato y la agresividad de la gente: “El momento del podio es uno de los más complicados, ahí solemos tener que aguantarnos que nos digan de todo y, hasta que quieran tocarnos o algo más”.
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