Con Bottaro se fue un ícono de Independiente
Sus restos eran velados anoche en Avellaneda
| 6 de Julio de 2008 | 00:00

El destino tiene manifestaciones curiosas para justificar sus decisiones. Incluso las trágicas. El viernes, mientras recorría sus campos de Balcarce, el dos veces presidente de Independiente y dirigente de intachable trayectoria Jorge Eduardo Bottaro, recibió el topetazo de uno de los vacunos del lugar que le provocó un serio golpe en la cabeza y, muy pocos minutos después, la muerte.
Bottaro, quien el próximo sábado 12 de julio festejaría su cumpleaños número 73, dejó con su adiós un vacío enorme en corazón de quienes los conocieron y aprendieron a quererlo. Desde su hijo Jorge, de 23 años y socio del Rojo desde su primer día de vida, y su esposa Silvia, hasta el nutrido grupo de amigos que supo forjarse a su paso, muchos de ellos surgidos de su actividad ligada desde la cuna a la dirigencia en su querido Independiente: Julio Grondona, Carlos Sola, Roberto Callisti, Eber Baqueiro, Pedro Iso, Jorge Pena, David Glicksman, José Frizza, Ricardo Nicora, Noray Nakis y muchos otros de los que aprendió y aprendieron a su lado.
Hijo de otro recordado ex presidente de Independiente, Carlos Bottaro (1935-1936), Jorge incursionó muy desde muy joven en la vida institucional del club. Y ya en 1967, con 34 años, fue vicepresidente de Carlos Radrizzani, los mismo que en 1976 acompañando a Julio Grondona. Luego acompañó a Pedro Iso como referente del departamento de fútbol y, en 1985 llegó a su primera presidencia. Hecho que se repitió en 1994 cuando, acompañado en la fórmula por Héctor Grondona y Alberto Fernández Arsuaga, obtuvo el Clausura de 1994, las Supercopas de 1994 y 1995 y la Recopa de 1994.
Debió gobernar el club en momentos complicados: tras la obtención de las últimas copas Libertadores e Intercontinental del club -con el grado de exigencia que ello significaba-, y en el proceso de los años 1994 a 1996, cuando pese a los logros deportivos no pudo evitar los conflictos políticos que concluyeron con el debilitamiento de la Lista Roja.
Jorge Bottaro, abogado que decidió no ejercer, fue un producto genuino de la agrupación Lista Roja, cuyo primera sede se fundó en 1933, en su casa paterna de Sarmiento 37. Sus restos era velados desde anoche en Casa Peruilh (Castelli 85, Avellaneda). "Se fue un amigo", dijo Carlos Sola con la voz entrecortada por las lágrimas, una escena repetida entre todos los que se acercaron para despedirse.
Bottaro, quien el próximo sábado 12 de julio festejaría su cumpleaños número 73, dejó con su adiós un vacío enorme en corazón de quienes los conocieron y aprendieron a quererlo. Desde su hijo Jorge, de 23 años y socio del Rojo desde su primer día de vida, y su esposa Silvia, hasta el nutrido grupo de amigos que supo forjarse a su paso, muchos de ellos surgidos de su actividad ligada desde la cuna a la dirigencia en su querido Independiente: Julio Grondona, Carlos Sola, Roberto Callisti, Eber Baqueiro, Pedro Iso, Jorge Pena, David Glicksman, José Frizza, Ricardo Nicora, Noray Nakis y muchos otros de los que aprendió y aprendieron a su lado.
Hijo de otro recordado ex presidente de Independiente, Carlos Bottaro (1935-1936), Jorge incursionó muy desde muy joven en la vida institucional del club. Y ya en 1967, con 34 años, fue vicepresidente de Carlos Radrizzani, los mismo que en 1976 acompañando a Julio Grondona. Luego acompañó a Pedro Iso como referente del departamento de fútbol y, en 1985 llegó a su primera presidencia. Hecho que se repitió en 1994 cuando, acompañado en la fórmula por Héctor Grondona y Alberto Fernández Arsuaga, obtuvo el Clausura de 1994, las Supercopas de 1994 y 1995 y la Recopa de 1994.
Debió gobernar el club en momentos complicados: tras la obtención de las últimas copas Libertadores e Intercontinental del club -con el grado de exigencia que ello significaba-, y en el proceso de los años 1994 a 1996, cuando pese a los logros deportivos no pudo evitar los conflictos políticos que concluyeron con el debilitamiento de la Lista Roja.
Jorge Bottaro, abogado que decidió no ejercer, fue un producto genuino de la agrupación Lista Roja, cuyo primera sede se fundó en 1933, en su casa paterna de Sarmiento 37. Sus restos era velados desde anoche en Casa Peruilh (Castelli 85, Avellaneda). "Se fue un amigo", dijo Carlos Sola con la voz entrecortada por las lágrimas, una escena repetida entre todos los que se acercaron para despedirse.
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