Drama en Villa Argüello: hallan a dos jubilados muertos en su casa
| 30 de Agosto de 2012 | 00:00

Hace más de 55 años que vivían en ese sereno barrio de Villa Argüello, en Berisso, donde eran de los habitantes más antiguos. Y “nunca”, remarcaron sus vecinos, en todo ese tiempo se escucharon discusiones o peleas. Por eso ayer al mediodía, cuando los policías, alertados por un hijo del matrimonio, rompieron una ventana para entrar a la propiedad por la fuerza, la macabra escena que hallaron tomó a todos por sorpresa: en el dormitorio, tirados sobre la cama, estaban los cuerpos sin vida de dos jubilados de 72 y 69 años. Ambos habían recibido disparos mortales.
Con el correr de las horas, después de que los investigadores evaluaran la escena del crimen, cobró cada vez más fuerza la hipótesis de que el hombre, identificado como Roberto Juárez (72), habría asesinado de dos escopetazos a su mujer, Avelina Rodríguez (70) y después presuntamente se suicidó de un disparo.
No obstante, la causa sigue caratulada “averiguación de causales de muerte”, por lo que no se descartan otras hipótesis.
Los cuerpos fueron encontrados en una vivienda de la calle 127 entre 64 y 65, cerca del mediodía de ayer. A esa hora, Marcos Juárez (41), uno de los dos hijos de las víctimas, llegó al domicilio. El hombre, que vive en un departamento de la parte de atrás, regresó de su trabajo y se asustó al encontrar todo cerrado.
Desesperado, avisó a la comisaría cuarta de Berisso y cuando un patrullero pasó por allí le comentó a sus los efectivos lo que ocurría. Entonces los agentes forzaron una de las ventanas e ingresaron a la casa, donde encontraron la terrible escena.
Los cuerpos estaban tirados sobre la cama matrimonial del dormitorio. La mujer había recibido dos disparos, uno en el estómago y el otro debajo de la axila. Es una posibilidad que la víctima haya recibido este último impacto en un intento por defenderse.
Por su parte, Juárez tenía un balazo a la altura del pecho y ambos habían sido heridos con un arma calibre 16 milímetros.
Precisamente, tirada junto a los cuerpos, los policías incautaron una escopeta Harrington, de un solo caño, que según las fuentes consultadas, pertenecía al jubilado.
Los voceros aseguraron que si bien el arma apareció tirada a cierta distancia, los expertos dijeron que “posiblemente -tras el disparo- se le cayó hacia atrás. El largo de los brazos (del hombre) indica que puede llegar a la cola del disparador”, conjeturó un investigador.
En la escena trabajó el Gabinete de Homicidios de la DDI local, a cargo del comisario mayor Juan Ibarra, junto con agentes de la comisaría cuarta de Berisso, al mando del subcomisario Gustavo Gerez.
Se secuestró además una vaina servida y cuatro perdigones de plomo desnudo, que ahora serán periciados por personal de la Policía Científica.
Si bien aún no se descartan otras hipótesis, en base a ciertos elementos de la escena se maneja el homicidio seguido de suicidio como la hipótesis principal.
El inmueble lo encontraron en un completo orden y a primera vista no faltaba ningún elemento. Además la casa estaba cerrada y con las llaves del lado de adentro.
El resultado de las autopsias y, sobretodo la prueba de dermotest, serán fundamentales para esclarecer el caso. Es una pericia para determinar si en las manos de una persona existen restos de deflagración de pólvora, con el propósito de verificar su intervención en el accionar y disparo del arma de fuego
Al parecer, desde hacía tiempo la mujer -que había sido ama de casa- atravesaba un presunto cuadro de depresión. Y, aparentemente, algunos allegados aseguraron que el hombre -jubilado de Obras Sanitarias- habría tenido en los últimos tiempos ciertos indicativos de violencia, mientras que se investiga si estaba bajo tratamiento por problemas psiquiátricos.
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