Una importante victoria del ex presidente Uribe

El rechazo a los acuerdos de paz con la guerrilla de las FARC en el plebiscito del domingo dejó a Colombia envuelta en la incertidumbre. Pero también dejó dos grandes certezas. La primera, que Colombia es un país dividido y cada vez más polarizado: un 49,78% votó a favor y un 50,21% en contra de los acuerdos negociados por el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.

La segunda, que a más de seis años de haber abandonado la Casa de Nariño (sede del gobierno de Colombia), el ex presidente Alvaro Uribe sigue siendo la principal fuerza de la política de su país. Fue él quien lideró desde el inicio la campaña en contra de los acuerdos. Y su inmensa popularidad ciertamente fue clave para el triunfo del “No”, una victoria tan estrecha como inesperada.

El resultado tomó por sorpresa a muchos. Efectivamente, todas las encuestas previas al voto del domingo auguraban una cómoda victoria del “Sí”. Pero la consulta se decidió en sentido contrario, con una diferencia de apenas el 0,43% de los sufragios: menos de 60.000 votos en un país con casi 35 millones de electores. Y si se considera que a las urnas no acudió ni la mitad de los colombianos convocados -la participación fue de apenas el 37%-, la capacidad movilizadora de Uribe se confirma como determinante.

Antes del plebiscito, hizo movilizaciones asegurando que no se oponía a la paz sino a los acuerdos negociados, y por eso acuñó como eslogan de su campaña la frase: “queremos la paz, pero no esta paz”.

Como argumentos esgrimió la falta de pena real para los jefes guerrilleros, el desconocimiento del patrimonio de la guerrilla para reparar a las víctimas y la consideración del narcotráfico como delito conexo a los políticos. Su posición no fue bien vista a ojos de la comunidad internacional, ya que la ONU, el Papa, el presidente de EE UU y casi todos los mandatarios de Latinoamérica habían respaldado el proceso que tuvo su punto de mayor clímax el pasado 26 de septiembre, con la firma protocolaria del acuerdo en Cartagena de Indias.

Uribe, cuyo padre fue asesinado por las FARC en 1983, creó en menos de un año la que ya es la segunda fuerza política en el Senado, el partido Centro Democrático, y en 2014 también se convirtió en el senador más votado en la historia de Colombia. El ex presidente le habló a Colombia luego de que su sucesor, Santos, prometiera seguir buscando un acuerdo con las FARC y de que el grupo guerrillero asegurara que “la palabra seguiría siendo su única arma”. Uribe invitó al país a buscar un gran pacto nacional.

“El sentimiento de los colombianos que votaron por el “Sí’, de quienes se abstuvieron, y los sentimientos y razones de quienes votamos por el ‘No’, tienen un elemento común: todos queremos la paz, ninguno quiere la violencia”, fue, de hecho, lo primero que dijo el ex mandatario, que quedó en una ventajosa posición tras el plebiscito.

Alvaro Uribe
casa
Centro Democrático
Colombia
EE UU
Juan Manuel Santos
Nariño
Papa

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE