Mueren tres policías durante un tiroteo en Estados Unidos
| 17 de Julio de 2016 | 13:06

En un episodio poco claro, tres policías murieron hoy en un tiroteo cerca de una comisaría de la ciudad estadounidense de Baton Rouge, en el estado de Luisiana, la misma en donde hace algunos días se registró un nuevo caso de gatillo fácil de un oficial blanco contra un ciudadano negro en un hecho que desató protestas raciales y reavivó la tensión en el país.
En conferencia de prensa, el jefe de Policía de Baton Rouge, Carl Dabadie, informó que tres policías fallecieron y tres fueron heridos, uno en estado crítico, luego de enfrentarse a un atacante con un rifle de asalto. Las autoridades de la ciudad y el estado de Luisiana anunciaron que el agresor fue abatido en el enfrentamiento y, según las cadenas CBS y CNN, fue identificado como Gavin Eugene Long, un ex marine que hoy cumplía 29 años de edad y era residente de Kansas City.
El tiroteo se produjo durante la mañana de hoy en las inmediaciones de la comisaría de policía de la ciudad y, según dijeron fuentes de la investigación a la cadena de televisión CNN, los agentes habían recibido una llamada que advertía de la presencia de "un individuo sospechoso armado con un fusil de asalto caminando por la autopista Airline", que pasa frente al cuartel policial.
A la llegada de los policías del distrito este de la ciudad comenzó el tiroteo, en lo que parecía una emboscada a los uniformados, según las autoridades.
Mientras se multiplicaban los rumores y crecía el temor por un nuevo ataque contra policías, las cadenas televisivas mostraron imágenes en las que se escuchaban los tiros y luego a las fuerzas de seguridad acordonando la zona y varias unidades de fuerzas especiales de los SWAT rodeando el lugar.
El tiroteo reactivó el clima de tensión racial y política que se vive en Estados Unidos en los últimos meses, principalmente por nuevos casos de gatillo fácil contra jóvenes negros y por el reciente ataque contra un grupo de policías en Dallas.
En un mensaje a todo el país, el presidente de Estados Unidos Barack Obama dijo que "esto ha sucedido con demasiada frecuencia" que "nada justifica la violencia contra las fuerzas de seguridad" y que "los ataques a la policía son ataque a todos nosotros". Obama llamó a los estadounidenses a "centrarse en estar unidos" y "templar las palabras y abrir nuestros corazones" sin importar la ideología política, en referencia a la celebración inminente de las convenciones de los dos grandes partidos, que "tienden a calentar la retórica política", dijo. "Todos tenemos que enfocarnos en palabras y acciones para unir este país" agregó en su mensaje a la nación y concluyó que "se hará justicia".
Este nuevo tiroteo coincidió con la víspera del inicio de la Convención Nacional Republicana en Cleavand, Ohio, en la que uno de los dos principales partidos políticos del país elegirá a su candidato presidencial en un evento que Washington ya elevó a rango de interés de seguridad nacional.
Sin perder el ritmo de campaña, Trump repudió el ataque de hoy vía Twitter. "¿Cuántos oficiales y personas tienen que morir por la falta de liderazgo en nuestro país? Demandamos ley y orden", escribió en su cuenta de Facebook.
La candidata demócrata Hillary Clinto, por su parte, dijo que "el devastador asalto a los policías de Baton Rouge is una taque a todos nosotros".
Se desconocen los motivos del tiroteo, pero inmediatamente los medios locales recordaron que el incidente se produjo días después de que durante una protesta contra dos nuevos casos de violencia policial en el país -uno de ellos registrado precisamente en Baton Rouge- un ex soldado negro mató a cinco policías en Dallas.
Desde el Centro Médico Nuestra Señora del Lago, fuentes hospitalarias informaron que recibieron a cinco policías: tres fallecieron, uno está en estado crítico y otro estable.
El gobernador de Luisiana, Jon Bel Edwards, que se acercó al hospital para ver a los heridos, calificó este hecho "como atroz e injustificable" en tiempos "que necesitamos unidad y sanarnos" y confirmó que "todas los recursos disponibles del estado serán usados para asegurar que los perpetradores sean llevados rápidamente a la justicia".
El martes pasado la policía de Baton Rouge había informado de la detención de tres personas que habían robado armas supuestamente para atentar contra uniformados, en momentos en que la ciudad hervía con protestas en contra de la brutalidad y el racismo policial. Los detenidos, tres jóvenes de 13, 17 y 20 años, habían asaltado una tienda de armas el fin de semana previo, y uno de ellos confesó que tenían intención de matar a uniformados de Baton Rouge en represalia por la muerte de Sterling, según informó por entonces la Policía.
Esto sucedió apenas dos días después del multitudinario entierro de Alton Sterling, un hombre negro de 37 años que vendía CDs frente y que murió a manos de dos agentes blancos que acudieron al lugar por una llamada anónima que denunciaba la presencia de una persona que amenazaba a los transeúntes.
Este nuevo caso de gatillo fácil generó una oleada de protestas en todo el país, pero con epicentro en Baton Rouge, contra la violencia policial contra la comunidad negra. Noche tras noche, miles de personas salieron a marchar por las calles de varias ciudades estadounidense y, en muchas de estas manifestaciones, fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad.
En total, más de 200 manifestantes fueron detenidos.
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