Ochenta años ayudando a personas con enfermedades

Se trata de las Siervas de Jesús de la Caridad

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Para ellas el día arranca cuando la mayoría duerme, su misión es acompañar a los enfermos y atenderlos, hacer que se sientan un poco mejor en circunstancias dolorosas. Se trata de las Siervas de Jesús de la Caridad, religiosas que desde hace 8 décadas desarrollan una tarea benefactora que fue declarada recientemente como de Interés Municipal. “Nuestra actividad es por las noches, acompañamos a los enfermos en momentos en que la soledad pesa mas y la muerte parece algo más próxima, también lo hacemos para que descanse la familia”, contó la madre Claudia, superiora de esa casa ubicada en 57 al 700.

Las religiosas se forman en un noviciado durante unos 8 años, pero también se capacitan como enfermeras para poder cuidar a los pacientes. Quienes actualmente se dedican a asistir a los enfermos son 3, la mayor de ellas es Pilar, una monja española de 83 años. En total hay 6 hermanas que tienen entre 23 y 93 años.

Siempre respetuosas de las necesidades de cada paciente ellas acompañan con el silencio o la charla. En oportunidades rezan, ayudan a que el paciente medite o tratan de aliviarle el dolor mediante curaciones.

ESTIMULO Y ALEGRIA

“Dios te da la gracia y tratamos de ser esa luz que el enfermo necesita, procuramos llevar alegría, ser un estímulo, sabemos que la fe es redentora”, afirmó la religiosa.

En casas u hospitales, el mensaje que reiteran es que la vida no acaba acá, están convencidas de que siempre se puede dar una palabra de aliento para mitigar la angustia de la familia de un paciente, una manera de que sientan la cercanía de Dios.

“En nuestra tarea se ve como Dios va actuando, hay gente que no acepta la presencia de los sacerdotes, pero si de las hermanitas y nosotras hacemos todo lo posible para que puedan reconciliarse con Dios antes de partir, se hace toda una preparación y hasta algunos que antes no quisieron terminan pidiendo el sacerdote”, dijo la religiosa.

Desde adolescente la madre Claudia cuidó de su padre, algo que la llevó a descubrir su vocación por los enfermos. “Uno cree que da, pero en realidad es mas lo que recibe; por ejemplo los ancianos desde su poquedad son ejemplo de vida”, agregó la monja.

En oportunidades rezan, ayudan a que el paciente medite o tratan de aliviarle el dolor mediante curaciones

Para la Iglesia es el mes del Sagrado Corazón de Jesús y en adhesión al Año Vocacional Arquidiocesano, el Arzobispado local reseñó la historia de las Siervas de Jesús de la Caridad. Fundadas por Santa María Josefa Sancho de Guerra del Corazón de Jesús, el 25 de Julio de 1871, en Bilbao, España, su carisma fue y es evangelizar el mundo del dolor. Su espiritualidad y su apostolado se resume en el lema Amor y sacrificio. La propia fundadora les decía a sus hijas religiosas: “del Corazón de Jesús aprenderán principalmente la caridad para con los enfermos, viendo en cada uno la persona del mismo Cristo que sufre ”.

Llegaron a nuestro país en octubre de 1914, para realizar una fundación en Buenos Aires. Y, en 1933, con ayuda de la familia porteña Miguez, se inició el apostolado en La Plata para cubrir distintas necesidades que se generaban por el cuidado de los enfermos.

El 29 de Junio de 1934, solemnidad de San Pedro y San Pablo, se fundó la orden local de las Siervas, por el impulso de Arzobispo de La Plata, Monseñor Francisco Alberti. El entonces gobernador, Federico Martínez de Hoz, apoyó también la nueva obra. La Madre Olimpia y ocho hermanas formaron la primera comunidad.

Al principio, por no tener casa propia, las religiosas debieron alquilar. En 1939, el segundo Arzobispo de La Plata, Monseñor Juan Chimento, les entregó la que fuera casa de Monseñor Alberti, que expresamente había dicho que ese lugar fuera ocupado por las hermanas enfermeras.

Fieles al lema de la congregación, las religiosas llevan más de ocho décadas de obra, especialmente, en horas de la madrugada, cuando cuidan de los enfermos que están solos, en su domicilio.

CONVERSIONES

La madre Claudia - 45 - , actual superiora de la Casa, afirmó que “las Hermanas atienden, cada año, a gran número de enfermos. Y se logran importantes conversiones. La oración incesante por la salvación de las almas que están a su cuidado, y el trabajo arduo de las religiosas, que se gastan y desgastan en su entrega, dan importantes frutos. Dios, en su generosidad, hace maravillas en las almas de las personas, que acuden a la comunidad necesitadas de la escucha y el consuelo”.

Actualmente, la congregación está en 18 naciones de cuatro continentes (Europa, América, Asia y África). Su última fundación fue en Vietnam, en 2016. En Argentina, tiene casas en Buenos Aires, Rosario y La Plata. Aquí se domicilian en 57 Nº 711. Su teléfono es (0221) 421-2131; y el email: comunidadsdjlaplata@yahoo.com.ar.

 

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