Se demora el préstamo, pero ingresarán millones de dólares por Cerutti y Carrillo
Edición Impresa | 25 de Enero de 2018 | 03:54

En Estudiantes se vivió un miércoles de decepción. Toda la expectativa estaba puesta en la acreditación de los 12 millones de dólares de la empresa Goldmax, algo que no sucedió y volvió a encender las alarmas en el primer piso de la sede social.
La dirigencia ya no puede explicar por qué tanta demora. Aseguran haber realizado cada uno de los trámites pertinentes y que la documentación presentada en Hong Kong es la indicada. De todos modos el dinero todavía no ingresó en el fideicomiso y los rumores disparan para todos lados.
Hoy volverá a ser un día cargado de expectativas. F5 es la tecla de las computadoras que más se tocó. Habrá una importante reunión en el Country de la mesa chica de la CD. Las velas, los rezos y mucho más se repetirán hoy desde la madrugada, teniendo la diferencia horaria con China.
Por lo menos en las últimas horas la dirigencia albirroja recibió datos alentadores respecto a las transferencias de ex jugadores, que le dejarán un buen dividendo en un corto plazo.
Lo mejor de todos, sin dudas, es la transferencia de Guido Carrillo de Mónaco al Southampton inglés, que dirige Mauricio Pellegrino, por 22 millones de euros. Por ese traspaso al Pincha le quedará poco más de un millón de euros, una cifra para nada despreciable, por el denominado derecho formativo.
Pero no todo se acaba aquí. Si finalmente Ezequiel Cerutti se marcha al Al Hilal de Arabia Saudita también le ingresará dinero, ya que posee un mínimo porcentaje de su ficha.
Y lo mismo sucedería en el caso que River transfiera a Carlos Auzqui a Independiente, pero en una venta y no en un préstamo.
Entre las tres transferencias podría recaudar algo así como 2 millones de dólares, un dinero que aparece como una bocanada de oxígeno para transitar un verano que le está siendo esquivo desde lo económico.
Socia al minuto
Estudiantes tiene un nuevo socio al minuto de nacer. Se trata de Roma Buceta, que nació el 14 de enero pasado. Sus padres no dejaron pasar ni diez días para anotarla en las planillas societarias.
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