El desafío de modernizarse sin perder la esencia

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El desafío cada vez más urgente al que se enfrenta La Plata es el mismo que han debido atravesar muchas de las ciudades más importantes del mundo: el de modernizarse sin perder su esencia. La reciente aprobación por parte de la Comuna de una serie de proyectos para la construcción de torres en zonas céntricas constituye, como se ha dicho, un primer paso para comenzar a darle a la capital provincial el perfil que, se supone, debe tener en calidad de tal. Ello no significa renunciar a su tradición sino, por el contrario, avanzar en una nueva etapa en el siempre complejo y arduo proceso de ida y vuelta entre pasado, presente y futuro, una constante en la vida de las ciudades. Sabido es que la mancha urbana local se ha extendido de manera caótica, sin planificación y, en algunas zonas, sin infraestructura básica ni conectividad. Se impone entonces la necesidad de una ciudad más compacta, potenciando el crecimiento en altura. Pero ese proyecto debe encararse bajo criterios claros, que permitan una armoniosa convivencia entre identidad y renovación urbana.

 

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