Para que los ladrones no castigaran a su abuela, les dio la plata del Ratón Pérez

La violencia de un grupo de delincuentes y la inocencia de un nene de 7 años se encontraron dramáticamente en la noche del miércoles, durante una entradera sufrida por una mujer que fue a visitar a su madre a su casa de la localidad platense de Arturo Seguí.

El episodio ocurrió pasadas las 22.30 en una vivienda de la zona de 419 y 148.

A esa hora llegaba en su coche una mujer de 35 años, junto a su hijita de 2 años. Pero cuando se disponía a ingresar el auto a ese domicilio, cuatro delincuentes fuertemente armados la amenazaron de muerte y la obligaron a entrar con ellos. A pedido de las víctimas, los nombres se mantienen en reserva.

SIN PIEDAD

Un hermano de la víctima le contó en la tarde de ayer a este diario los pormenores del violento caso de inseguridad. Según informó, “el asalto se dio entre las 22.30 y las 23 (del miércoles), cuando mi hermana llegó con su auto con mi sobrina de 2 años, a la que había llevado al médico”.

El familiar detalló que “mi hermana vino a buscar a mi sobrino de 7 años, que se había quedado con mi madre. Y circunstancialmente no estaba mi padre”, reflejó después.

El hombre, cuya identidad se mantiene en reserva, también consignó que “los ladrones ataron dentro de la casa a mamá y a mi hermana”, pero puntualizó que igual descargaron contra esta última la mayor violencia física.

Al respecto, indicó que “a mi hermana le pegaron un par de culatazos en la cabeza”.

“Pero además tuvo que soportar que los delincuentes ni siquiera le permitieran bajar del auto a mi sobrinita, que estuvo sola, encerrada y llorando durante casi una hora”, reveló después con toda la indignación a flor de piel.

El nene se despertó al escuchar los gritos y amenazas de los ladrones contra su familia

Según apuntó, “recién aceptaron que la nena volviera con su madre cuando se estaban yendo. Pero fue porque necesitaban espacio en el auto para cargar electrodomésticos -entre ellos dos televisores- y ropa que robaron”, junto con una alianza, 1.200 pesos y otros “200 pesos que se llevaron de mi sobrino de 7 años”.

Es que cuando llegó la banda el nene estaba durmiendo, “pero se despertó al escuchar los ruidos que provocaron los tipos mientras revisaban toda la casa”, explicó el tío del chiquito.

Concretamente, escuchó a los delincuentes exigiéndole insistentemente a su abuela que les diera dinero.

Entre angustiado y con miedo por la derivación que podía llegar a tener esa circunstancia, decidió interceder para calmar a los asaltantes.

“Les dijo que él tenía plata para darles. Y les comentó que eran 200 pesos que le había traído el ‘Ratón Pérez’. Y los tipos le robaron ese dinero”, relató su tío.

Recién al cabo de una hora, cuando la banda llegó a la conclusión de que allí no quedaba nada más por robar, escaparon en el auto de la madre de los menores.

“Te cortamos el dedo”

Antes de irse, cuando quisieron robarle el anillo de casamiento, la dueña de casa vivió otro momento de terror debido a que la alianza no salía de su dedo.

“Como mamá no podía sacársela, los delincuentes amenazaron con cortarle el dedo. Por suerte, aceptaron que pudiera ayudarse con agua y jabón. Luego se la robaron”, completó el hijo.

En el barrio, otros vecinos consultados por este diario coincidieron en que en el último mes hubo, al menos, otras tres entraderas violentas. Todos sospechan que se trata de la misma banda.