Abogado de Barreda: “Esperaba el OK para entrar, cuando se escuchó el tiro”

Por teléfono, Eduardo Gutiérrez le pidió a Juan Cruz Chirino que se entregara, pero no llegó a entrevistarse con él. “Sigo consternado”

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Un rato antes de que Juan Cruz Chirino (27) fuera trasladado en una ambulancia desde la casa donde mató a su hijastro de 16 puñaladas e intentó asesinar a su ex mujer de un tiro en la cara, el abogado Eduardo Gutiérrez concurrió a esa zona de Tolosa para intentar convencerlo de deponer su actitud.

“Me acerqué, me ofrecí para tratar de interceder para culminar con este estadío de nueve horas y que él pudiera tener las garantías que le corresponden”, comentó el abogado. Y agregó: “Estaba a metros del lugar con las tratativas y con los negociadores que le dijeron que estaba yo, pero en ese momento escuché un solo estruendo y ya después lo sacaron”.

La presencia del abogado, que es el defensor del odontólogo platense que hace 25 años masacró a escopetazos a su familia, Ricardo Barreda, motivó diversas hipótesis.

Se especulaba con que Chirino quería que ese abogado lo asesorara en función de su dilatada trayectoria como penalista y con destacada labor en numerosos casos de gran repercusión pública, sobre todo uno tan resonante y de violencia de género.

Pero el abogado confirmó ayer a este diario que en realidad fue hacia el lugar alertado por un allegado suyo, que había recibido mensajes de Chirino por redes sociales.

Ese contacto le pasó el celular de Gutiérrez, se comunicó con él y éste último le pidió que depusiera la actitud, que dejara el arma y se entregara, porque se dirigía al lugar para conversar con él.

“Un quilombo. Se me salió la cadena. Estoy acá encerrado en la pieza. Afuera está el Grupo Halcón”, le escribió Chirino a su hermano a través de WhatsApp, señalaron fuentes de Tribunales.

El receptor de ese mensaje le pidió también que no hiciera nada, que dejara el arma y se entregara porque en un rato iba a poder conversar con el abogado Gutiérrez. Pero el homicida decidió terminar de una vez con todo.

El letrado estaba esperando que la gente del Grupo Halcón le diera el OK para entrar cuando se escuchó la detonación.

A 24 horas del episodio, Gutiérrez seguía consternado y lamentó no haber podido hacer nada para evitar el suicidio de Chirino.

El Grupo Halcón trabajó para intentar que el hombre se entregara, pero recién alrededor de las 15.30 la policía entró en la casa tras escuchar un disparo, previo arrojar una granada Flash Bang.

“Nunca quiso desistir de su accionar y salir -dijo el comisario General Marcelo Corbalán, superintendente de Seguridad de la Región Capital-, hasta que se llegó a metros de la habitación y se escuchó una detonación. Ahí de forma inmediata el Grupo Halcón irrumpe y observa que se disparó en la cabeza. Vivo, con la ambulancia se lo trasladó al hospital, y en el trayecto murió”.

Mensajes

En los chats que mantuvo con un allegado, Chirino se mostraba preocupado por la pena en expectativa: “Cuanto me toca por esto, perpetua?”, preguntaba.

También intentó justificar su reacción criminal refiriendo supuestas actitudes de Soledad Marcos: “Nada vieja. Ayer me dijo que quería vivir conmigo y toda la bola. Y al otro día después de coger con el tipo me dice que no me quiere más”.

Mientras el amigo intentaba saber cómo estaba Ciro, Chirino insistía en su despecho hacia la mujer.

“Qué escuchaste?”, le preguntó el homicida, a lo que el otro contestó: “Que acuchillaste al nene”.

Sin registro de eso, Chirino arremetió contra su pareja: “Esta puta de mierda le mandaba msj al tipo al lado mío. En la cama”.

“Pero el nene qué pasó”, reclamó el allegado.

“Nada, un moco”, remató Chirino en ese chat que ya fue incorporado a la causa.

 

 

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