Dos comercios fueron asaltados casi en simultáneo en la esquina de 18 y 50
Edición Impresa | 10 de Febrero de 2018 | 02:10

Fue un mediodía de terror el que se vivió ayer en dos comercios de la esquina de 18 y 50, por asaltos a mano armada cometidos por distintos grupos de ladrones.
Entre uno y otro episodio de inseguridad hubo unos cuantos minutos de diferencia, confirmaron los testigos.
Primero, cuando el reloj marcaba las 12, una bandita de chicos ingresó en el pet shop “Tu Can”.
Según reveló Matías Sosa (28), uno de los empleados del comercio, “estos pibes tendrían entre 10 y 13 años. Son como los que deambulan normalmente por Plaza Moreno”.
En ese momento estaba al frente del negocio otra empleada, que apenas los vio sospechó que iban a robarle.
“Esos chicos le dijeron a mi compañera que iban a comprar algo, pero ella intuyó enseguida que el objetivo era otro”, reflejó Sosa. No fue la única que adivinó lo que se venía: una clienta se fue rápido del negocio y lo mismo hizo segundos después la empleada: “Salió a la calle y ni siquiera se detuvo cuando uno de estos pibes sacó una navaja para amenazarla”, comentó Sosa.
Espantada, la joven atinó a refugiarse en el kiosco de enfrente, que, paradójicamente, apenas un rato después iba a convertirse en el escenario de otro ataque delictivo.
Sobre el asalto en el pet shop, Matías dio a conocer que los menores “aprovecharon que quedaron solos para llevarse los 2.000 pesos que había en la caja registradora. Se fueron enseguida corriendo antes de que llegara la Policía”.
El muchacho recordó que “el negocio hace 6 años que está y anteriormente hubo dos asaltos bastante violentos”, aunque “desde hace un tiempo veníamos tranquilos, pero hoy (por ayer) nos tocó de nuevo”.
QUEDARON FILMADOS
Otros delincuentes llegaron un rato más tarde a la misma esquina y con el mismo propósito, aunque ellos tenían un arma de fuego y quedaron filmados.
Alejandro Farfán, encargado de ese comercio, relató que “esto pasó cuando un empleado atendía a una clienta y entraron apurados dos ladrones de entre 18 y 20 años”.
La situación fue registrada por las cámaras de seguridad del kiosco, donde pudo apreciarse que mientras uno de los asaltantes abordaba y le quitaba las pertenencias a la clienta, el cómplice apuntaba con su revólver al empleado.
“Se llevaron entre 2.000 y 3.000 pesos de la caja más el celular del empleado”, consignó Farfán. Y agregó que en sus 15 años de vida, el kiosco ya padeció unos 10 robos.
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