Los robos en edificios no muestran freno y ahora lo sufrió un estudiante de Rauch

Fue en el séptimo piso de una torre situada en 14 entre 57 y 58. Lo descubrió una vecina, que llamó a la Policía

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Una de las modalidades delictivas que más viene creciendo en nuestra ciudad, es la de los robos en edificios.

Siempre ingresando en momentos en que no están las víctimas, en una situación sugestiva, y por lo general abriendo las puertas de los departamentos con barretas o directamente a las patadas, los delincuentes se dedican a buscar dinero, joyas y otros objetos de valor de menor tamaño, para pasar desapercibidos a la hora de darse a la fuga.

Este tipo de ataques, además, se caracteriza por la pluralidad de unidades funcionales que suele figurar en la lista de blancos afectados por el accionar delictivo.

Ese de todas formas no fue el caso ocurrido en la noche del lunes en una torre ubicada en la calle 14 entre 57 y 58, que afectó a un joven estudiante de la ciudad de Rauch.

ESTABA DE VIAJE

Sobre este último caso, fuentes policiales hicieron saber que alrededor de las ocho y media de la noche de ese día, se recibió en el 911 un llamado donde se alertaba que la puerta de un departamento del séptimo piso se hallaba violentada.

Con la celeridad que las circunstancias ameritaban, un móvil del Comando de Patrulla La Plata se trasladó a esa dirección.

La ola de robos en edificios de nuestra ciudad es tan alarmante como llamativa

Enseguida una vecina les hizo saber a los agentes que al llegar a su casa notó que la puerta del 7º “A” estaba rota.

Con la denunciante como testigo del procedimiento, los efectivos ingresaron al inmueble en cuestión y, tras recorrerlo en su total extensión, constataron que no había intrusos.

Los mismos voceros indicaron que la vecina, a su vez, habría advertido -a simple vista- que del departamento de su vecino faltaba un CPU.

Asimismo, se dejó constancia de que la denunciante se comunicó telefónicamente con el dueño, a quien anotició del robo.

Precisamente, se informó que el damnificado en ese momento seguía en su ciudad natal, aprovechando el feriado de Semana Santa.

Al parecer, poco después un amigo del estudiante fue quien se dirigió al lugar para cerrarlo con llave, ya que “le habían dejado un juego”.

Seguidamente -se indicó- que ese chico se trasladó hasta la comisaría quinta, donde radicó la denuncia del hecho.

En la seccional, en consecuencia, se instruyeron actuaciones por “robo”, con conocimiento de la fiscalía y el juzgado de garantías en turno.

Asimismo, en el departamento que resultó epicentro del ataque, personal de la Policía Científica realizó distintos trabajos en busca de rastros de los ladrones.

De todas formas, al menos hasta el cierre de esta edición, no habían sido identificados y continuaban prófugos.

 

 

 

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