El Arzobispado de Paraná prohibió a los curas quedarse a solas con menores

En un hecho que no tiene antecedentes en la Iglesia, el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari, aprobó un protocolo para "antiabusos" que pretende prevenir y concientizar sobre este delito.

Se trata de las "Normas arquidiocesanas de comportamiento en el trato con menores de edad y adultos vulnerables", y del "Protocolo arquidiocesano de actuación ante la sospecha o descubrimiento de abusos sexuales".

Entre la serie de medidas, se especifica que los religiosos no podrán tener en ningún momento contacto físico con "menores o adultos vulnerables", así como tampoco recorrer largas distancias en auto a solas ni compartir habitaciones en hoteles, casas u otros lugares.

La normativa también señala que la confesión debe hacerse en lugares y horarios especificados y la puerta de la sacristía debe permanecer siempre abierta y prohíbe "realizar cualquier insinuación, comentario o chiste sexual delante de menores o adultos vulnerables; poseer o exhibir cualquier material sexual o pornográfico; involucrarse en conductas sexuales secretas o manifiestas, y dar o recibir regalos personales o desproporcionados”.

Por otro lado, exige a "clérigos y laicos actuar e intervenir cuando menores o adultos vulnerables requieran ser protegidos de daños o riesgos por abuso", y solicita que "inmediatamente recurran a su superior en busca de ayuda".

Si es el mismo menor o adulto vulnerable que alega los hechos, "deberá escucharlo sin interrogarlo ni emitir juicios, agradecerle su confianza y valentía y explicarle que la información será tratada con gran cuidado y discreción, tomando nota de lo conversado".

La inédita resolución se da a pocos días de que empiece en Entre Ríos el juicio por abuso de menores contra el cura Justo José Ilarraz, acusado de haber abusado a comienzos de los '90 de varios seminaristas, hechos por los cuales será juzgado después de muchos años.

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