Pitana tuvo un muy buen arbitraje y condujo con autoridad de principio a fin
Edición Impresa | 15 de Junio de 2018 | 04:30

Por JORGE VIGLIANO
Ex árbitro de Primera División
El VAR no apareció. Fue un muy buen arbitraje de la terna argentina, encabezada por Pitana, que condujo con absoluta autoridad desde el inicio, lo que le quitó protagonismo al VAR, la nueva y novedosa herramienta.
Con un estado físico y atlético imponente, mostró siempre presencia en las cercanías del juego. El segundo gol de Rusia lo toma lejos, ya que fue un contragolpe muy veloz y así y todo terminó su carrera dentro del área. A pesar de que los dos equipos ejercieron presión alta, persistente y sostenida, algo que en general genera fricciones, supo leer correctamente que hubo buena fe en los protagonistas, por lo que supo darle al juego gran continuidad.
En los últimos minutos del partido, después del tercer gol local, cortó un poco más para evitar que por impotencia el perdedor arruine su muy buena conducta por algún golpe innecesario.
Solamente amonestó a un jugador por bando y se hizo entender claramente con el idioma universal, el gestual. Abortó así cualquier conflicto y en la jugada más difícil, la caía de un ruso en el área árabe, en una acción que tenía futuro de VAR, supo solucionarla cruzando automáticamente los brazos y desestimando cualquier reclamo posterior.
El desempeño general del grupo arbitral es un aval para nuestro fútbol y una alegría para los platenses, que fueron muy bien representados por dos vecinos, Juan Pablo Belatti y Mauro Vigliano.
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