Rojo se puso el traje de héroe para salvar al equipo como el mejor goleador

Cuando el reloj ya había empezado a jugar para Nigeria, y quebrar el empate parecía cada vez más difícil, Mercado apareció adelantado por la derecha para levantar un centro que contra todos los pronósticos Marcos Rojo aprovechó a fondo, con un derechazo bajo que clavó el 2 a 1 abajo, contra el palo izquierdo del arquero.

Y el ex Estudiantes se vistió de héroe en la noche de San Peterburgo, salvado de la eliminación al seleccionado de la Argentina que en medio de una aguda crisis sufrió muchísimo más de lo imaginado para clasificar a octavos de final en representación del Grupo D.

El segundo marcador central, que tras la salida de Tagliafico se convirtió en lateral izquierdo, apareció como un fantasma por el medio, para definir con pierna derecha como si fuera el mejor goleador. Y obviamente se ganó el protagonismo central en un partido que lo mostró como protagonista central en pasajes centrales.

Rojo, que llegó con lo justo al Mundial, tras siete meses sin jugar por una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, se ganó el “10”, aunque en lo que tiene que ver con las actuaciones individuales del conjunto nacional, también corresponde destacar el nivel exhibido por Ever Banega, Franco Armani, Lionel Messi y Cristian Pavón, que ingresó.

Banega resultó el socio que reclamó Messi para que le entregara la pelota, y que lo hizo de la mejor forma en la jugada del 1 a 0, con un impecable pase en profundidad; en tanto que Messi apareció en toda su dimensión para colocar en ventaja a la Argentina con un derechazo cruzado, sorprender con un tiro libre que pegó en un palo y se mostró en el juego varios escalones por arriba de los partidos anteriores, siendo el referente esperado en una Copa del Mundo en la que podrá seguir creciendo contra Francia.

Armani fue un arquero sólido, muy atento, que salvó de la eliminación a su equipo al tapar un mano a mano cuando el partido estaba 1 a 1, y en lo que tiene que ver con Pavón, se ubicó por derecha y revitalizó una ofensiva que a esa altura no encontraba el modo de desbordar a los marcadores.