Al grito de “Alá es grande”, un hombre mató a su madre y a su hermana en París
Edición Impresa | 24 de Agosto de 2018 | 02:04

PARÍS
Un hombre armado con un cuchillo mató ayer a su madre y a su hermana e hirió a otra persona en una localidad a 30 kilómetros París, antes de ser abatido por la policía, sin que se sepa por ahora si el ataque, reivindicado por el Estado Islámico (ISIS), fue un acto terrorista.
Según fuentes cercanas a la investigación, el atacante de 36 años mató a su hermana y a su madre a puñaladas e hirió gravemente a una persona de 66 años, que está en gravísimo estado.
El agresor, que según una fuente policial gritaba “Alá Akbar” (”Dios es el más grande”) en la casa donde se había atrincherado, “mató a su madre” antes de salir de la casa “con un cuchillo” y de “continuar avanzando pese a las advertencias de los policías, que dispararon” y lo abatieron, informó el ministro del Interior, Gerard Collomb,
Si bien el sospechoso tenía antecedentes por haber hecho “apología del terrorismo” en 2016, su perfil era más de “desequilibrado” que de un soldado “bajo las órdenes del ISIS”, añadió Collomb.
Por el momento se desconocen las razones del ataque, pero el ISIS se atribuyó la autoría a través de su agencia de propaganda, Amaq. “El autor del atentado en la ciudad de Trappes” es “uno de los combatientes del Estado Islámico y perpetró ese ataque respondiendo al llamado a atacar a ciudadanos de los países de la coalición” internacional, afirmó la agencia menos de dos horas después.
REIVINDICACIÓN Y DUDAS
Aunque la organización tuvo durante mucho tiempo la reputación de sólo reivindicar los atentados que había organizado o inspirado, en el último año han surgido dudas sobre la veracidad de sus reivindicaciones.
“En 2017 hubo tres ejemplos de reivindicaciones del ISIS descabelladas: el ataque a una discoteca en Manila, explosivos en Orly (aeropuerto en París) y la matanza de las Vegas, que fue reivindicada pero de la que no se pudo establecer ningún vinculo con el ISIS”, dijo Jean-Charles Brisard, presidente del Centro de Análisis del Terrorismo.
Por ahora, la fiscalía de París “no conservó la calificación de terrorista”, precisó Collomb, y en el barrio parcialmente bloqueado por la policía, los testimonios recabados parecen reforzar la hipótesis de un drama familiar. Según varios habitantes, el agresor estaba separado de su mujer y no había visto a sus hijos desde hacía mucho tiempo.
“Solía tomar cafés con él, llevaba un mes sin verlo”, dijo Pascal, un hombre de 59 años que afirma que conocía bien al atacante. Los primeros rumores en los medios de que se trató posiblemente de un ataque yihadista lo dejaron frío. “Hablan de un terrorista pero no es un terrorista, es un tipo que perdió la cabeza”, aseguró. “Aparentemente es un drama familiar, no tiene nada que ver con la religión”, añadía Said, un electricista de 35 años que vive en el barrio y dijo que fue a la escuela con el atacante.
El ataque se produjo al día siguiente de la difusión de un mensaje audio del líder del ISIS, Abu Bakr Al Bagdadi, en el que tras un año de silencio pidió a sus partidarios que continúen con la “Yihad” (guerra santa).
Francia vive en alerta ante la amenaza yihadista desde una ola de atentados sin precedentes en su historia en 2015. Este año fue blanco de dos ataques que dejaron cinco muertos.
Trappes es un suburbio parisino pobre ubicado a 30 km de París. Gran parte de sus 30.000 habitantes son inmigrantes o hijos de inmigrantes y la tasa de desempleo es dos veces mayor que la media nacional.
Es también conocida por ser una de las localidades de donde más jóvenes (alrededor de 50) han partido para combatir junto al ISIS en Irak y Siria. (AFP)
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