El Pincha tenía la clasificación en el bolsillo pero Gremio se la arrebató

El local, con un gol en el minuto 47 del segundo tiempo, logró el triunfo. Aplausos para los dirigidos por Leandro Benítez, que dieron más de lo que tenían ante el vigente campeón de América

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Martín Cabrera

mcabrera@eldia.com

El castillo que había construido Estudiantes a lo largo de 91 minutos se cayó en el final. Ese gol de cabeza de Alisson, a los 47 del segundo tiempo, le dio el agónico triunfo 2-1 a Gremio, que llevó la serie a los penales, en donde el local hizo valer el empuje anímico para ganar y clasificarse. Desazón.

El partido no podía comenzar peor para Estudiantes, que al toqueteo esperable de Gremio le sumó un gol de Everton a los 6 minutos. Sí, apenas ese tiempo pudo aguantar cuando la preparación había sido otra. Un pelotazo cruzado, dos fallas defensivas y el delantero definió por sobre la salida de Mariano Andújar, que también se sorprendió por ese remate.

En ese instante, no hubo un ser humano en el Arena do Gremio que no imaginase lo peor. Los jugadores se miraban y no lo podían creer. Tampoco en el banco de los suplentes. Vibraban los vidrios de la cabina de prensa y no paraban de gritar los hinchas locales. Hasta que un rechazo de Geromel quedó en poder de Lucas Rodríguez: probó una vez y tapó el arquero, pero en la segunda clavó el gol con un remate alto y fuerte. Sorpresa, silencio y volver a empezar cuando el partido llevaba recién 8 minutos.

Ese tanto golpeó al equipo local, que empezó a sentir dudas en el control del partido, más allá de haber manejado casi la totalidad del tiempo la pelota. El equipo de Benítez esperó con tres centrales firmes y dos laterales que intentaron ser salida constantemente, más Facundo Sánchez que Erquiaga. En el medio Rodrigo Braña e Iván Gómez se desdoblaron en el esfuerzo, el Chapu aportando más experiencia que fútbol y reclamándoles a los puntas que ayudaran. En un momento le recriminó hasta con gestos a Matías Pellegrini, que tuvo una llegada (la cerró mal) en el minuto final, luego de correr toda la cancha.

El oportunismo de empatar rápidamente le dio oxígeno a Estudiantes para terminar los primeros 45 minutos arriba en la serie, más allá de la preocupación lógica por el andar de un rival que siempre fue más peligroso a pesar de tener más posesión que remates al arco.

En el segundo tiempo, como se esperaban, Gremio redobló la tenencia y fue un poco más punzante en los metros finales. Al menos empezó a probar desde afuera del área, algo que había hecho casi nada en los primeros 45 minutos. En uno de esos remates Alisson lo hizo revolcar a Andújar.

A los 17 minutos, preocupado por la poca recuperación y tenencia de la pelota, el Chino Benítez mandó al campo a Pablo Lugüercio por el juvenil Iván Erquiaga, que había jugado un gran partido. Eso desacomodó un poco el sector izquierdo, por donde Gremio se empezó a hacer más fuerte porque a Campi le costó la marca. El Payaso no pudo encontrar la pelota, Pellegrini se fundió y el remedio no fue solución.

Al minuto 26 se produjo una jugada clarísima, otra vez gestada por la banda izquierda, en donde el Pincha perdió firmeza. Alisson se llevó la pelota con fortuna, tiró un centro rasante que Jael conectó con destino de gol. La pierna derecha de Sánchez y el palo lo evitaron. A esa altura el gol del local estaba al caer.

Lo buscó Gremio, con la presión de su gente y volcando toda su gente en ataque. Del otro lado el Pincha soportó como podía, con rechazos y una pelota que volvía al área. El 4-5-1 no le dio resultado porque nunca pudo ganar en el medio y porque a Apaolaza el ataque en solitario le quedó muy grande. Campi, Noguera, Schunke y Andújar prolongaron el sueño Pincha en el Arena do Gremio.

El final fue a puro nervio. Gremio fue con todo y Estudiantes aguantó con el corazón en la mano. Fueron pasando los minutos, un cambio más (defensor por el único delantero), silencio y nerviosismo. Hasta que en el minuto 47 la cabeza de Alisson (anticipó de cabeza) destruyó el sueño que parecía al alcance de la mano. Gol y definición en los penales.

 

 

 

 

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