Maxi Kondratiuk se volverá a poner la camiseta del Lobo

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Por WALTER EPÍSCOPO
wepiscopo@eldia.com

En 2012 la pelota comenzó a rodar en nuestro país y año tras año, la comunidad de Powerchair Football Argentina comenzó a crecer. Fueron originalmente cuatro las sedes que conformaron la Fundación (Pacheco, Rosario, Mar del Plata y Córdoba), y el 9 de abril de 2016 se sumaron a nuestra Ciudad, gracias a que el Club Gimnasia y Esgrima La Plata se añadía a esta actividad, siendo el único deporte adaptado para personas que, por sus patologías, tienen que utilizar una silla especial.

Mientras todo eso pasaba, Maximiliano Kondratiuk libraba desde 2011 una lucha que aún mantiene contra el Síndrome de Wilson. Jugando en Italia, de una día para el otro, debió dejar el fútbol y dedicarse a su salud. Ex jugador de Gimnasia e hincha, cada vez que puede está en el Bosque junto a su mujer Lorena y su hijo Santino, pero ahora hay algo más que lo unirá a su querido Lobo, ya que Maxi se sumó al Powerchair Tripero como un jugador más.

“Me vienen buscando desde hace más de 2 años, y yo no quería saber nada, supongo por mi duelo de dejar de jugar de un día para el otro. ´¿Fútbol en silla? ¿Qué es eso, si el fútbol se juega con los pies´, decía al principio. Pero bueno, hasta que decidí probar luego de la insistencia de Lorena, mi señora… Y fui”, comienza diciendo Kondratiuk.

Las prácticas de los “Lobos Motorizados” (así se hace llamar el plantel), se llevan acabo los sábados de 9 a 11:30 en el Polideportivo de UPCN, ubicado en 87 y 143. La disciplina consta de dos equipos de cuatro jugadores cada uno, que poseen sillas equipadas con protecciones metálicas para atacar, defender y golpear una pelota de fútbol. Maxi le siguió contando a este medio sobre su nueva experiencia. “Me encontré ante todo, con un grupo genial de personas que me recibieron muy bien. Yo aún estoy probando; me parece re contra difícil, y todavía no me puedo sacar el chip de jugador, porque sigo manejando la pelota con los pies”, señala sonriendo .

Como todo deportista, tiene objetivos y no hay nada que lo detenga al berissense que hace un año atrás publicó un libro (“Honrar la vida”), contando detalles de cómo se le manifestó la enfermedad. “De ahora en más mis objetivos son tres. Tratar de darle empuje al deporte; trabajar en mejorar el manejo de la silla y cualidades técnicas; y ya que estoy, por qué no soñar y pensar en integrar el Seleccionado Nacional”.

El 8 y 9 de septiembre, en Pilar, habrá participación en la Liga (el último sábado fue un árbitro de AFA a dar una charla a UPCN), y será una linda prueba para los “Lobos Motorizados”, cuyo padrino es nada más y nada menos que Pedro Troglio, quien desde un primer momento estuvo muy cerca de la disciplina (aún estando en Perú). Actualmente hay 13 jugadores, bajo la coordinación de Gerardo Burgos, la dirección técnica de Paola Morales, y la asistencia de Tomás Trombetta.

Maxi se entusiasma, y como buen futbolista que supo llegar a jugar en la Primera de Gimnasia, sabe que no hay comparación entre una experiencia y otra, pero “al menos es una forma de volver a defender los colores azul y blanco”, reconoce.

 

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