“Mi corazón dice que está viva y sufriendo”, aseguró la hermana

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“Gissella llama a mis papás todos los días. A la noche siempre les dedica un rato, y desde el martes no sabemos nada de ella”, aseguró Mariela Solis Calle, la hermana de la odontóloga desaparecida desde el miércoles en Berisso.

En diálogo con este medio, la mujer aseguró que su familia es “muy unida” y que, como a “ella los miércoles se queda en La Plata a hacer trámites”, creyeron que esa ausencia tenía que ver con que “se había dedicado de lleno a sus cosas”.

Los días pasaron y la preocupación aumentó. Más aún ayer, cuando se enteraron del suicidio de la pareja de Gissella, Abel Casimiro Campos.

“Ella le había dado un ultimátum el 31 de diciembre para que se fuera o se quedara definitivamente (el hombre tenía otra familia). Tuvieron una discusión muy fuerte el miércoles y quedó una charla pendiente que nunca se concretó”, aseveró.

En ese sentido, reveló que los últimos audios registrados en el celular son del martes y que “después se desconectó de internet el miércoles a la mañana”.

Según detalló Mariela, su hermana es una persona “de charlar mucho” y agregó que tenía “contacto constante con sus amigos”.

Por ese motivo, “yo creo que está en alguna parte, con algún amigo que no conocemos y que cree que le está haciendo un favor. O tal vez esté en un hospital, no sé”, explicó.

“A él (por Campos) lo localicé recién el viernes, por teléfono. Me dijo que se iba a Trelew, que la relación no daba para más, que lo de mi hermana era un berrinche, pero ahora nos enteramos que estuvo en Lobería entre el viernes y el domingo y fue a ver a sus nenes”.

Y añadió: “No quiero pensar lo peor porque no siento que haya pasado lo peor. Mi corazón dice que está viva pero que está sufriendo”.

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