El alivio de un pueblo que vivió seis días de incertidumbre

Edición Impresa

Por: Nicolás Lamberti

nlamberti@eldia.com

Punta Indio respiró profundo ayer por la mañana cuando A.C. apareció con vida, pero lo hizo con alivio cuando pasado el mediodía la pareja que la habría secuestrado fue detenida. Círculo cerrado y fin de la incertidumbre para que el pueblo vuelva a sonreír.

La voz común de los pocos vecinos que se agolparon en la puerta de una ferretería sin nombre, lindera a la casa de los sospechosos, sonaba con fuerza y el patrón era uno: esa pareja es “rara”.

“Somos un pueblo tranquilo y este es un caso aislado. Esta es gente nueva que usurpó una casa que estaba deshabitada hace muchos años. Los conocemos poco. Son raros”, se escuchó.

Todos se encargaban de destacar que en Punta Indio los nenes juegan en la calle, que es normal y habitual, y los vecinos se conocen. “Acá no hay peligro, hay gente buena”. La desaparición de la nena fue un sacudón que “descolocó” a todos pero en el ambiente de una tarde gris amenazada constantemente por la lluvia, se respiraba que los apuntados eran dos. Las sospechas y los rumores terminaron cuando efectivos de la DDI se trasladaron desde la base de operaciones montada a metros de la playa y llegaron hasta la casa donde vivían Eric Emanuel Rivarola y Victoria Agüero. Algo pasaba ahí y era lo que todos pensaban. La pareja esposada y mirando hacia abajo conformaron el cuadro final.

Detrás de una cinta roja y blanca que impedía el paso, la gente que presenciaba la escena lanzaba miradas cómplices. No hacía falta escuchar el “viste que te dije”.

Esos mismos respiraron hondo cuando la caravana policial de seis autos y dos camionetas se perdía por una calle de tierra. Adentro, tras los vidrios polarizados de dos de los vehículos, los detenidos los miraban abrazarse y sonreír.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE